SINGAPUR (AP) — Corea del Norte está acelerando sus esfuerzos para lograr misiles nucleares capaces de amenazar a Estados Unidos y a otras naciones, algo que según Washington supone un “peligro claro y presente”, dijo el sábado su secretario de Defensa, Jim Mattis.
Durante un discurso en una conferencia internacional de seguridad en Singapur, Mattis señaló que el gobierno de Trump se siente alentado por el renovado compromiso de China para trabajar con Estados Unidos y otros actores para conseguir que Corea del Norte se deshaga de sus armas nucleares. Además, cree que Beijing, que es el aliado más proximo a Pyongyang, considerará en última instancia al país como una carga.
China bloqueó nuevas sanciones más duras contra el hermético país, propuestas por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el viernes. Sin embargo, el ente sí aprobó de forma unánime la inclusión de 15 personas y 4 entidades más vinculadas con el programa nuclear norcoreano a la lista de sanciones de la ONU.
En su intervención en el Shangri-La Dialogue, patrocinado por el International Institute for Strategic Studies, Mattis buscó equilibrar sus optimistas comentarios sobre China con duras críticas a lo que calificó de desprecio de Beijing por las leyes internacionales ante la “indiscutible militarización” de las islas artificiales en el Mar de la China Meridional.
“No podemos y no aceptaremos cambios unilaterales y coercitivos al status quo” del Mar de la China Meridional, señaló.
En general, el discurso de Mattis ofreció un tono positivo y optimista para la cooperación y la paz en la región Asia-pacífico, donde él y sus predecesores han priorizado el fomento y el fortalecimiento de alianzas y asociaciones.
“Aunque la competencia entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo, va a ocurrir, el conflicto no es inevitable”, apuntó. “Nuestros dos países pueden y van a cooperar por el beneficio mutuo. Nos comprometemos a trabajar en estrecha colaboración con China allí donde compartamos una causa común”.
Pero Mattis criticó de forma implacable a Corea del Norte, una nación aislada tanto política como económicamente y cuyos líderes llevan años considerando a Estados Unidos como una amenaza militar, en parte por las maniobras de guerra periódicas de Washington con Seúl, que Pyongyang considera preparativos para ataques contra su élite gobernante.
Señaló que el Norte es “una amenaza militar urgente”. En una sesión de preguntas y respuestas con un público formado por expertos en seguridad de todo el mundo, Mattis fue inquirido por si Estados Unidos atacaría al país de forma preventiva y sin advertir a las autoridades surcoreanas antes.
“Estamos trabajando en el plano diplomático y económico. Estamos intentando agotar todas las alternativas posibles para evitar esta carrera hacia un arma nuclear que viole las (...) restricciones de Estados Unidos sobre las actividades norcoreanas”, respondió.
“Queremos parar esto. Lo consideramos urgente”, agregó.
Estados Unidos tiene unos 28.500 soldados desplegados de forma permanente en Corea de Sur. Durante su intervención, Mattis reiteró que el país cumplirá sus compromisos con su aliado Seúl.
Mattis empleó el foro para reiterar su llamado a la cooperación internacional contra los grupos extremistas islámicos, como Estado Islámico, que según dijo está intentando ganar terreno en el sureste asiático. AP