LONDRES (Reuters) - Reino Unido necesita un período de transición para amortiguar su salida de la Unión Europea, pero éste no puede utilizarse para paralizar el Brexit, dijeron dos destacados ministros el domingo, en una tregua entre facciones rivales en el gobierno de la primera ministra, Theresa May.
La estrategia de May sobre el Brexit ha sido tema de abierta discusión entre su principal equipo desde las fallidas elecciones de junio, que debilitaron su autoridad y expusieron diferencias de opinión sobre cómo debe gestionar Reino Unido su salida del bloque.
Sin embargo, el ministro de Finanzas, el europeísta Philip Hammond, y el ministro de Comercio, Liam Fox, ardiente partidario del Brexit, trataron de poner fin al debate estableciendo una posición conjunta en un artículo de prensa.
"Creemos que un período provisional limitado en el tiempo será importante para impulsar nuestro interés nacional y dar a las empresas una mayor seguridad, pero éste no puede ser indefinido; no puede ser una puerta trasera para seguir en la UE", escribieron Hammond y Fox en un artículo conjunto para el periódico Sunday Telegraph.
Hammond había indignado previamente a colegas pro-Brexit y a algunos votantes planteando la perspectiva de un acuerdo de salida que supusiera pocos cambios inmediatos en asuntos como la inmigración cuando Reino Unido se vaya en marzo de 2019 y que podría durar hasta 2022.
Un acuerdo de este tipo fue criticado por los euroescépticos como una traición al Brexit rápido que querían, e incluso ha hecho temer que el proceso se detenga por completo, después de que los británicos votaran en un referéndum en junio de 2016 a favor de abandonar el bloque.
Pero el artículo dijo que la estrategia del gobierno no estaba siendo diluida y que Reino Unido se iría en el plazo previsto, aunque con un período de transición.
"Ambos dejamos claro que durante este período Reino Unido estará fuera del mercado único (de la UE) y fuera de la unión aduanera y será un 'tercer país' que no formará parte de tratados de la UE", dijeron.
Sin embargo, también confirmó que los controles de inmigración -una de las cuestiones clave para los votantes que apoyaron el Brexit- no impedirían que todos los trabajadores de la UE vinieran a Reino Unido, diciendo que "las fronteras deben seguir funcionando sin problemas" durante el período de transición.
"Una vez finalizado el período interino, queremos un acuerdo permanente, basado en un tratado entre Reino Unido y la UE que apoye la relación más estrecha posible con la Unión Europea, manteniendo estrechos vínculos de seguridad y comercio", dijeron. Bexit