Bruselas (EuroEFE).- La ruptura de las negociaciones para formar un Gobierno de coalición en Alemania amenaza con frenar los avances en la agenda política de la Unión Europea (UE), desde las reformas para reforzar una eurozona dónde no se da un paso sin Berlín hasta las negociaciones del "brexit".
Aunque la Comisión Europea (CE) asegura que "Europa no se detendrá" a la espera de Alemania y que sus propuestas para reforzar el club del euro llegarán el 6 de diciembre como está previsto, en la práctica cualquier iniciativa es papel mojado si los países no dan su respaldo y, ahí, para casi todo, se necesita a Berlín.
2017 se inauguró cargado de trampas políticas para un proyecto europeo muy tocado por el "brexit", pero conforme los liberales de Mark Rutte y Emmanuel Macron se impusieron a los partidos euroescépticos en las elecciones holandesas y francesas, respectivamente, un renovado optimismo se abrió paso en Bruselas.
La victoria de los conservadores de la CDU de Angela Merkel en Alemania, pese al auge de la ultraderecha Afd, parecía marcar el compás final de un año plagado de bemoles y permitir pasar al siguiente movimiento, con la reforma del euro como prioridad ahora que el crecimiento ha regresado a Europa.
Un gobierno en minoria o elecciones anticipadas
Pero el abandono del partido liberal (FDP) de las negociaciones para formar Gobierno obliga a escribir un compás de espera hasta ver si, como prefiere Merkel, se celebran nuevos comicios, o se nombra a un Ejecutivo en minoría.
Cualquiera de las dos opciones obliga a esperar más de lo previsto -unos nuevos comicios serían como pronto en marzo- para tener un Ejecutivo germano con plena capacidad de decisión en un momento en que la UE busca dar un impulso al proyecto, que deje atrás la sombra del "brexit" y permita afrontar retos nuevos, como el migratorio, y pendientes, como la reforma de la eurozona.
"Independientemente de lo que ocurra a nivel interno en Alemania, lo que sabemos es que todo se retrasa, desde la reforma de la eurozona hasta el 'brexit'", dijo a Efe la directora adjunta del centro de estudios europeos Bruegel, Maria Demertezis.
Alemania, principal economía de la moneda única, es imprescindible para apuntalar la unión económica, donde urge poner en marcha el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, completar el cortafuegos del Fondo Único de Resolución bancaria y crear un mecanismo de estabilización fiscal que permita reaccionar ante las futuras crisis.
Imprescindible Alemania
Alemania ha puesto tradicionalmente trabas a estos proyectos por su negativa a asumir los riesgos generados por los socios menos cumplidores, pero con la mejora económica y Macron abanderando una reforma de corte integrador, Bruselas esperaba a la formación de Gobierno a finales de año para dar pasos adelante.
La Comisión mantiene el calendario y el 6 de diciembre presenta sus propuestas para la eurozona, de cara a la cumbre de líderes de los Diecinueve que se celebrará el 14 ó 15 de diciembre.
Las medidas concretas no se esperaban en cualquier caso hasta mediados de 2018, pero con el Ejecutivo germano en funciones y una posible campaña electoral a la vista, los plazos bien podrían alargarse.
Ahora "parece inconcebible que cualquier decisión de calado vaya ser tomada sin un Gobierno alemán con plenas funciones", dice el director del centro de estudios europeo Open Europe en Bruselas, Pieter Cleppe.
"Veremos que las autoridades alemanas no se comprometerán de un modo en que puedan crear una diferencia sustancial", confirma Demertzis, para quien Berlín "intentará ser tan neutral como sea posible" en las negociaciones a la vista.
Además nadie confía en que la locomotora francoalemana pueda funcionar con un solo motor, y los expertos recuerdan que la constitución de un Gobierno no acabará con las visiones divergentes que encarnan París y Berlín.
Macron solo, no puede
"Sin Alemania veo difícil que Macron pueda impulsar esto (...) sería imposible unir diferentes visiones", dice Demertzis.
Al margen de la reforma de la eurozona, los expertos esperan que la canciller adopte una posición más cauta también en otras políticas, como inmigración o las relaciones con los países del Este, aunque divergen sobre el impacto que podría tener sobre las negociaciones del "brexit".
Que Alemania "dé un paso atrás" no ayudará a conseguir los progresos necesarios para que comience a negociarse la futura relación comercial entre la Unión Europea y Reino Unido y solo empeora el retraso que ya existe en las negociaciones, según la directora adjunta de Bruegel.
Para el experto de Open Europe, sin embargo, en Alemania existe un "gran consenso" sobre cómo abordar las negociaciones, por lo que la falta de un Gobierno plenipotenciario no debería suponer grandes cambios.
Por el momento, lo seguro es que la espera en Alemania ralentizará la cadencia en el resto de Europa. euroefe.