WASHINGTON (AP) — En medio de las audiencias del Senado para considerar la nominación de Gina Haspel para dirigir la CIA, una voz estaba extrañamente ausente.
El senador republicano John McCain estaba en su casa en Arizona, enfermo de cáncer cerebral, mientras la sesión del miércoles se centraba en el uso de brutales técnicas de interrogación por parte de la CIA, que el presidente Donald Trump ha dicho deberían reanudarse.
Haspel, directora interina de la CIA y que ha hecho carrera en la agencia de espionaje, es objeto de una fuerte controversia debido a que fue supervisora de un centro de detención en Tailandia tras los ataques terroristas de septiembre del 2001. Algunos senadores le increparon sobre sus principios morales, ella aseguró que la tortura no funciona.
La ausencia de McCain, piloto de la Armada durante la Guerra de Vietnam que fue capturado y torturado por los norvietnamitas, permeó la sesión. Sus pensamientos sobre el tema tendrían peso en el debate. Pero no fue sino hasta casi al final de la jornada que el legislador dio su opinión.
“Creo que Gina Haspel es una patriota que ama a nuestro país y que ha dedicado su vida a su servicio y defensa”, dijo McCain en un comunicado.
“Sin embargo, el papel desempeñado por la señora Haspel en el empleo de la tortura por parte de agentes estadounidenses es inquietante. Su negativa a reconocer la inmoralidad de toda tortura la descalifica para el cargo”.
Agregó: “El Senado debe ejercer su función de asesoramiento al Poder Ejecutivo y rechazar esta nominación”.
La declaración McCain influirá en el debate, pero probablemente no impedirá la confirmación. El legislador, de 81 años, fue diagnosticado en julio con glioblastoma, un tipo agresivo de cáncer cerebral. McCain partió de Washington en diciembre y desde entonces no ha regresado.
La estrecha mayoría de 51-49 que tienen los republicanos en el Senado se ha reducido aún más debido a la ausencia de McCain. Pero probablemente no habrá una repetición del momento dramático visto el año pasado cuando McCain regresó a Washington para dar el voto decisivo que hundió las aspiraciones republicanas de derogar la reforma del sistema de salud.
Haspel parece estar ganando apoyo. Por lo menos un senador demócrata, Joe Manchin de Virginia Occidental, anunció que votaría por confirmarla. El vicepresidente Mike Pence podrá depositar el voto del desempate. Y el senador republicano Lindsey Graham, amigo cercano de McCain, ha dicho que prevé que Haspel será confirmada.
McCain encabezó las gestiones bajo la presidencia de George W. Bush para poner fin a las tácticas interrogativas de la CIA.
“Como muchos estadounidenses, entendí la urgencia que llevó a nuestro país a recurrir a los denominados métodos fortalecidos de interrogación después de que nuestro país fue atacado”, dijo McCain en su declaración.
Haspel, dijo, tuvo la oportunidad de “explicar los errores que nuestro país cometió al torturar a detenidos”, pero según McCain, la nominada no cumplió ese cometido. AP
