WASHINGTON (Reuters) - Un gran jurado federal acusó a 12 agentes de inteligencia rusos por piratear redes de ordenadores de los demócratas en 2016, en la denuncia más detallada hasta la fecha por parte de Estados Unidos de que Moscú interfirió en las elecciones presidenciales para ayudar al republicano Donald Trump.
La acusación, que afirma que hubo una amplia conspiración con sofisticados pirateos informáticos y publicaciones de documentos, eleva la tensión ante una cumbre la próxima semana entre el presidente Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Los responsables de la agencia de inteligencia militar rusa GRU vigilaron de forma encubierta ordenadores de la campaña de la candidata del Partido Demócrata Hillary Clinton y de comités de campaña, y robaron una gran cantidad de datos, según la acusación.
“Además de publicar documentos directamente al público, los acusados traspasaron documentos robados a otra organización no identificada en el escrito de acusación, y debatieron el momento de la publicación de los documentos en un intento de aumentar su impacto en las elecciones”, dijo el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Rod Rosenstein, en una conferencia de prensa.
La acusación difundida el viernes fue hecha por el fiscal especial Robert Mueller como parte de su investigación de la implicación rusa en las elecciones. Es la primera vez que Mueller acusa directamente al Gobierno ruso de interferir en unos comicios que ganó Trump de forma inesperada. El Kremlin niega que interfiriera.
Rosenstein dijo que informó a Trump esta semana sobre la acusación, que no contiene alegaciones contra ciudadanos estadounidenses, dijo.
Pocas horas antes de conocerse la acusación, Trump calificó la investigación de Mueller como una “caza de brujas amañada” que daña la relación de Estados Unidos con Rusia.
El anuncio de la acusación se produce en momento incómodo para Trump, que se reunión con la reina británica Isabel en el Castillo de Windsor el viernes durante una visita a Reino Unido.
Trump dijo que “absolutamente preguntaría firmemente” a Putin por las interferencias en la reunión que tienen prevista el lunes en Helsinki.
El ministerio ruso de Exteriores dijo el viernes que la acusación buscaba enrarecer el ambiente antes de la cumbre. Añadió que no había pruebas de que los 12 acusados estuvieran ligados a la inteligencia militar ni al pirateo informático.
Varios parlamentarios demócratas pidieron a Trump cancelar la cumbre.
PROPAGANDA Y HACKING
Mueller investiga si la campaña de Trump conspiró con Rusia y si el presidente buscó obstruir ilegalmente la investigación sobre Rusia.
Las agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron en enero de 2017 que Rusia, en una actuación ordenada por Putin, usaron propaganda y pirateos informáticos para interferir en las elecciones para dañar a Clinton y ayudar a Trump.
Sin embargo, el documento de 29 páginas describe varios incidentes en los que los supuestos ‘hackers’ rusos, empleando los avatares de DCLeaks y Guccifer 2.0, estuvieron en contacto con estadounidenses.
Dice que los rusos ayudaron directamente a un candidato al Congreso de Estados Unidos que en agosto de 2016 solicitó y recibió de Guccifer 2.0 documentos robados de la campaña Demócrata sobre su oponente. El candidato y su afiliación político no fueron revelados.
El documento describe que el mismo mes “los conspiradores, actuando como Guccifer 2.0, enviaron a un periodista documentos robados sobre el movimiento Black Lives Matter”, que es un asunto polñitico sensible para el Partido Demócrata.
El periodista, que no fue identificado, “respondió debatiendo sobre cuándo publicar los documentos y ofreciendo escribir un artículo sobre su publicación”.
El escrito dice que los rusos escribieron a una persona no identificada “que estaba habitualmente en contacto con altos cargos” de la campaña de Trump. El aliado de Trump Roger Stone dijo a la CNN que él “probablemente” era la persona a la que hacía referencia el documento.
El escrito dice que los rusos dijeron a esta persona que sería un “gran placer” ayudarles a y le preguntaron su opinión sobre un documento robado del comité demócrata publicado online. “Bastante habitual”, dijo la persona.
Stone negó haber pasado correos electrónicos robados a WikiLeaks. En una declaración a Reuters dijo: “Las acusaciones muestran que yo no conspiré con ninguno de los acusados para realizar el pirateo, distribuir los correos robados o ayudarles de algún modo”. Reuters
Foto - El fiscal general adjunto de Estados Unidos, Rod Rosenstein, anuncia en una conferencia de prensa la acusación a agentes rusos derivada de la investigación sobre la injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016, en el Departamento de Justicia en Washington, EEUU, 13 de julio del 2018. REUTERS/Leah Millis