LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, se enfrentará el lunes a la indignación de los partidarios del Brexit de dentro de su propio partido cuando intenten obligarla a cambiar el rumbo de su estrategia para abandonar la Unión Europea.
May está luchando por su supervivencia política tras anunciar una estrategia de negociación Brexit que se ha topado con el rechazo de los euroescépticos de su Partido Conservador, que lo consideran un plan para mantener a Reino Unido demasiado vinculado a Bruselas.
La magnitud de la amenaza debería despejarse el lunes cuando el Parlamento vote unas enmiendas a la ley del Gobierno sobre el régimen aduanero post-Brexit, con destacados euroescépticos votando previsiblemente a favor de enmiendas rechazadas por May y respaldando sus propias propuestas para endurecer su plan de salida.
Aunque no se prevé que May sea derrotada en las enmiendas, un alto número de votos a favor de alterar la ley aduanera por parte de miembros de su partido debilitaría aún más su estrategia de negociación, acordada en una reunión de gabinete en su residencia de Chequers este mes.
“No puedo encontrar a nadie a favor del Brexit entre los diputados conservadores que esté contento con la propuesta (de Chequers) si habla con ellos en privado”, dijo Peter Bone, un legislador del Partido Conservador y defensor de la salida del Reino Unido de la UE, a Sky News.
El acuerdo de Checkers ya ha llevado a la dimisión de dos destacados ministros, David Davis y Boris Johnson.
May intentó enfrentarse a los potenciales rebeldes advirtiendo el domingo que si minan su liderazgo corren el riesgo de desaprovechar la victoria de una salida de la UE con la que han soñado durante décadas.
Gran parte de la atención del lunes recaerá en Davis, quien encabezó la negociación Brexit hasta que dimitió en protesta por el plan de May, y en Johnson, el exministro de Exteriores considerado un aspirante a primer ministro.
Ambos podrían hablar en el debate, que se prevé que comience a las 1430 GMT y termine con la votación a las 2100, y podrían tener una influencia importante sobre el resto de conservadores. Reuters