Washington, 16 jul (EFE).- El jefe de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano Paul Ryan, pidió hoy al presidente del país, Donald Trump, que entienda que Rusia no es su "aliado" y consideró que el Gobierno debería frenar los "viles" ataques del Kremlin a las democracias occidentales.
Ryan, el republicano de mayor rango en el Congreso, respondió en un comunicado a las declaraciones que hizo Trump, de su mismo partido, durante una rueda de prensa en Helsinki tras su primera cumbre con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
En esa comparecencia, Trump aseguró que no ve "ningún motivo" por el que Rusia pudiera haber interferido en las elecciones estadounidenses de 2016, contradiciendo así la conclusión de las agencias de inteligencia de su país.
"No hay duda de que Rusia interfirió en nuestras elecciones y que continúa con sus intentos para socavar la democracia aquí y en todo el mundo", destacó Ryan.
"Eso -continuó- no es solo el hallazgo de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, sino también del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. El presidente debe entender que Rusia no es nuestro aliado".
Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, consideró que Trump está poniendo sus intereses personales por encima de la seguridad de EE.UU.
"En toda la historia de nuestro país, los estadounidenses nunca han visto a un presidente respaldar a un adversario de la misma forma con la que Trump lo ha hecho con Putin", resaltó Schumer, quien tildó de "irresponsable, peligrosa y débil" la postura que el mandatario ha adoptado contra las agencias de inteligencia.
En octubre de 2016 y enero de 2017, los servicios de espionaje de EE.UU. publicaron informes en los que apuntaban que Putin había ordenado influir en las elecciones estadounidenses mediante ciberataques porque sentía una "clara" preferencia por Trump, quien resultó elegido frente a la demócrata Hillary Clinton.
Ante estas acusaciones, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) comenzó su propia investigación, que en mayo de 2017 acabó en manos del fiscal especial, Robert Mueller.
Además, varios comités en el Congreso, como el de Inteligencia de la Cámara de Representantes, iniciaron pesquisas para determinar si el Kremlin había tratado de influir en los comicios y si había existido algún tipo de coordinación con la campaña de Trump. Mundo