LONDRES (Reuters) - El intento británico de última hora para intentar modelar su salida de la Unión Europea, su mayor turbulencia política en medio siglo, encalló el jueves, ya que la primera ministra, Theresa May, y el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se aferraron a sus puntos de vista enfrentados.
Después de que el intento de May de lograr un divorcio amistoso negociado durante dos años sufriera en el Parlamento la mayor derrota de un líder británico en la historia contemporánea, May instó a los líderes de los partidos a aparcar sus intereses para encontrar la manera de salir del atolladero.
Así, había pocos indicios el jueves de que ninguno de los dos principales partidos políticos del país -que suman el 88 por ciento de los 650 escaños del Parlamento- estén preparados para ceder en demandas claves.
Corbyn dijo que May empujó al Reino Unido al precipicio de una salida el 29 de marzo sin un periodo de transición y le instó a desprenderse de sus “líneas rojas”. Sin embargo, reiteró sus propias condiciones para las negociaciones: la promesa de bloquear un Brexit sin acuerdo.
“El gobierno confirmó que no sacará de la mesa la opción de que no haya acuerdo”, comentó Corbyn en un discurso en Hastings, escena de una batalla en 1066 que dio paso a la conquista normanda de Inglaterra.
“Así que le digo otra vez a la primera ministra: estoy muy feliz de hablar, pero el punto de comienzo de cualquier conversación sobre el Brexit debe ser que la amenaza de un desastroso resultado sin acuerdo debe ser descartado”, agregó.
No obstante, cuando más se acerca May a suavizar el Brexit, más irrita a los partidarios de salir de la UE en el seno de su propio Partido Conservador, que consideran que la amenaza de un adiós sin acuerdo es un elemento crucial de negociación al que, de todas maneras, no hay que temer.
Si May no consigue un consenso, la quinta mayor economía mundial saldrá de la UE el 29 de marzo sin un acuerdo o se verá obligada a aplazar el Brexit, posiblemente convocando elecciones o, incluso, otro referéndum.
Corbyn dijo que, bajo algunas condiciones, consideraría otras opciones, como otro referendo, una declaración que incrementó las especulaciones en los mercados financieros de que el caos político acabará retrasando o deteniendo el Brexit.
¿ACUERDO EN EL PARLAMENTO?
May ha rechazado varias veces los llamamientos a las urnas y ha advertido de que otro referéndum socavaría la fe en la democracia de los 17,4 millones de personas que votaron a favor de salir de la UE en 2016.
“Creo que es mi deber cumplir con las instrucciones del pueblo británico de salir de la Unión Europea. Y tengo intención de hacerlo”, dijo May en un discurso televisado.
Su portavoz dijo que Reino Unido no evalúa la posibilidad de aplazar su adiós al bloque, aunque el ex primer ministro Tony Blair aseguró que el aplazamiento es inevitable.
May presentará el lunes una moción en el Parlamento con su propuesta con los próximos pasos a seguir. Durante la semana siguiente, los legisladores podrán presentar alternativas.
El 29 de enero debatirán y votarán esos planes, y si alguno logra un respaldo mayoritario, May podría volver a la UE y buscar cambios en el acuerdo. Cualquier reforma debería ser aprobada aún por el Parlamento en una fecha incierta.
Escrito por Guy Faulconbridge; reporte adicional de Elizabeth Piper en Hastings, Inglaterra, y Kate Holton, Andy Bruce y James Davey en Londres; editado en español por Carlos Serrano Brexit