Los aspirantes a la nominación presidencial demócrata enfrentan un duro reto en la primera ronda de debates: Presentar propuestas sobre la inmigración que vayan más allá de simplemente criticar al gobierno de Donald Trump.
La mayoría de las propuestas que han presentado hasta ahora son un compendio de viejos postulados demócratas, como que se dé la posibilidad de sacar la ciudadanía a millones de personas que están en el país sin permiso, acompañados de una retórica idealista y de críticas al presidente.
Pero varios candidatos no se adentran en el problema. Activistas de la causa de los inmigrantes dicen que temen que las tácticas de línea dura del gobierno de Trump, incluido un publicitado plan de iniciar deportaciones masivas de inmigrantes sin papeles que quedó en suspenso, obligan a los demócratas a reaccionar a las iniciativas de la Casa Blanca en lugar de promover sus propias soluciones. El debate debería ofrecer a los demócratas una plataforma para exponer sus ideas.
“Cuesta evitar parecer que lo único que haces es reaccionar cuando tu rival enjaula a menores, separa familias y despacha fuerzas de asalto a las comunidades hispanas”, expresó Glenn W. Smith, veterano cuadro político demócrata de Texas. “Hay que oponerse claramente a esas cosas, no puedes fingir que no están sucediendo”.
Sin embargo, no va a ser fácil para los candidatos tener impacto en este terreno, por más de que las dos noches de debates sean transmitidas por tres cadenas nacionales de televisión a partir del miércoles.
Trump considera que la inmigración es un tema que moviliza a sus partidarios y les recuerda por qué votaron por él en el 2016. Al lanzar formalmente su campaña para la reelección la semana pasada, Trump reiteró en la Florida su compromiso de construir un muro en la frontera con México y fue aclamado por el público.
Cuando la veintena de demócratas que siguen en carrera se presentó en la convención partidaria de Carolina del Sur el fin de semana pasado, casi ni se habló de los informes de que había menores migrantes alojados en un centro de detención de Texas en el que no se los alimentaba bien y a veces no podían bañarse, lavar sus ropas o conseguir pasta de dientes y jabón.
Beto O’Rourke sí habló del tema en su discurso y en un foro auspiciado por el Planned Parenthood Action Fund, y dijo “esto no podemos ser nosotros. Esto no es Estados Unidos”.
Julián Castro, por su parte, afirmó que “esta no es la forma en que Estados Unidos debe tratar a la gente”.
Los otros candidatos básicamente se limitaron a lanzar críticas ambiguas a la política de “tolerancia cero” de Trump en el campo de la inmigración ilegal.
Tras las denuncias sobre el trato de menores migrantes, un abogado del gobierno planteó que las autoridades no están obligadas a suministrar cepillos de dientes, jabón y mantas a los migrantes en centros de detención.
El que la ausencia de servicios básicos para menores detenidos no haya escandalizado a los demócratas puede ser un indicio de que no hay muchas formas de cuestionar las políticas del gobierno dadas las limitaciones de tiempo y logísticas asociadas con el hecho de que hay tantos candidatos que deben hablar. No será fácil profundizar sobre nada cuando hay diez candidatos y varios moderadores en el escenario.
“Las violaciones de los derechos humanos y las violaciones básicas de la decencia humana son temas que siempre deben estar bien arriba en nuestras listas (de prioridades) como demócratas y, con este presidente, hay que seleccionar lo que más va a pegar, porque hay tantas cosas” cuestionables, sostuvo Colin Strother, estratega que ha trabajado con demócratas de las zonas fronterizas de Texas en el Congreso. “Pero, como partido, si no denunciamos el trato horrendo que se da a los menores en nuestra frontera sur, no sé qué estamos haciendo”.
Strother cree que el tema puede ser problemático para Joe Biden, el favorito de las encuestas entre los demócratas, dado que la detención de migrantes menores de edad comenzó bajo la presidencia de Barack Obama, cuando él era vicepresidente. El gobierno de Obama apeló a ese recurso en medio de una ola de llegada de migrantes, pero la separación de familias no fue nunca una política de esa administración.
Biden dio a conocer sus ideas sobre inmigración el lunes y propuso darle la ciudadanía de inmediato a los más de 800.000 jóvenes que fueron traídos de niños a Estados Unidos y que no tienen permiso de residencia. Su plataforma, no obstante, cuestiona a Trump pero no ofrece demasiadas cosas concretas. AP