Teherán, 11 feb (EFE).- Cientos de miles de iraníes salieron hoy a las calles en respuesta a la convocatoria de las autoridades para demostrar unidad nacional y apoyo al sistema teocrático de Irán, en el 40 aniversario de la victoria de la Revolución Islámica.
La plaza Azadi (Libertad) de Teherán y sus alrededores fueron escenario de las celebraciones de la efeméride, muy importantes este año debido al aumento de las presiones de Estados Unidos contra el régimen de los ayatolás.
"Muerte a EE.UU." fue como es habitual el lema más coreado por los asistentes, en su mayoría de los sectores conservadores del país, que criticaron las sanciones impuestas el año pasado por Washington contra Irán tras retirarse del acuerdo nuclear multilateral de 2015.
En un discurso ante la multitud, el presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró que "la presencia de la gente en las calles de todo el Irán islámico significa que se han arruinado las conspiraciones planeadas por el enemigo".
Rohaní también adelantó que Irán continuará desarrollando sus programas armamentísticos, incluidos sus misiles, fuente de preocupación para EE.UU., Europa y países regionales como Arabia Saudí e Israel.
En una muestra de este poderío, el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución expuso hoy en las calles de Teherán escenario de ceremonias los misiles Qadr, con un alcance de 2.000 kilómetros, Ghiam, de 700 kilómetros, y Zolfeghar, de 800.
"No hemos pedido y no pediremos permiso para fabricar misiles. Continuaremos nuestro camino militar y defensivo", subrayó el presidente, quien dijo asimismo que "la vía de la revolución continuará del mismo modo que en los pasados 40 años".
La Revolución Islámica de 1979, liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní (Foto), puso fin a la monarquía del Sha Mohamad Reza Pahlaví, gran aliado de EE.UU., quien huyó de Irán acosado por las protestas en enero de ese año.
Tras declararse el Ejército neutral, se proclamó el triunfo del levantamiento el 11 de febrero y dos meses después se aprobó en referéndum el establecimiento del sistema de la República Islámica, que desde sus orígenes ha mantenido complicadas relaciones con Occidente.
Al respecto, algunas de las pancartas mostraban los lemas "en todas las áreas decepcionaremos a EE.UU." y "la unión ha sido la clave del éxito de nuestra revolución".
Una unión a la que llaman las autoridades en el momento delicado que atraviesa el país, hundido en una crisis económica que ha fomentado protestas y huelgas sin precedentes en el último año.
Teherán acusa a EE.UU. y otros países rivales de instigar esas protestas populares, y de intentar dividir a la población y alejarla del sistema teocrático.
Además, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, señaló el año pasado que Irán no llegaría a celebrar este 11 de febrero el 40 aniversario de la Revolución Islámica, un pronóstico que rebatieron los asistentes a las celebraciones de hoy.
"Este año nos han impuesto muchas presiones económicas e intentaron destruir la unidad interna, pero lograron el resultado opuesto", dijo a Efe en la plaza Azadi el agricultor Abolfazl Hoseini, de 52 años.
Según Hoseini, "cuanta más presión el enemigo pone sobre nuestro pueblo, la gente muestra más unidad, resiste y con todo corazón defiende su revolución".
"Nuestra gente tiene que saber que, si damos un paso atrás, el Gobierno estadounidense se va a aprovechar. Durante un tiempo mencionaban el tema de la energía nuclear y ahora hablan de misiles, todo con el objetivo de que nos demos por vencidos", denunció.
El convencimiento de que Irán logrará superar las dificultades no lo tiene, sin embargo, toda la población, cansada de restricciones económicas, pero también sociales.
Un joven comerciante de 28 años llamado Ali, dedicado a importar productos de China, explicó a Efe que ha cerrado su tienda en el bazar debido a que la fuerte devaluación de la moneda nacional hace inviable su negocio.
"Estoy en proceso de vender mi casa y también haciendo los tramites para emigrar a Europa porque no veo una solución a la situación actual", se lamentó.
Ali expresó incluso su temor a que haya una guerra en el país, a causa de la escalada de la retórica belicista tanto de Irán como de EE.UU. o Israel, opuestos desde hace ya cuatro décadas a un sistema teocrático que abogan por cambiar, aunque por ahora sin éxito. Mundo
Foto - El presidente iraní, Hasan Rohani, da un discurso durante una ceremonia por el 40º aniversario de la Revolución Islámica de 1979 este lunes en la plaza Azadi (Libertad) de Teherán (Irán). EFE Mundo