Naciones Unidas, 15 abr (EFE).- La ONU anunció este lunes que el Gobierno de Yemen y los rebeldes hutíes aceptaron un plan detallado para la retirada de tropas de la estratégica ciudad de Al Hudeida, un movimiento que acordaron el pasado diciembre pero que permanecía bloqueado hasta ahora.
El enviado de la organización para el conflicto, Martin Griffiths, hizo el anuncio en una comparecencia por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Griffiths viajó la pasada semana a Saná para tratar de desbloquear el pacto sobre Al Hudeida, considerado como un paso clave de cara a un posible fin negociado de la guerra.
El puerto de Al Hudeida, en manos de los hutíes, es fundamental para la entrada de ayuda en Yemen, país que vive la mayor crisis humanitaria del mundo.
"Ha sido un proceso largo y difícil. Estoy contento de anunciar (...) que ambas partes han aceptado ahora el plan detallado de redespliegue para la fase uno", dijo el diplomático británico.
El acuerdo alcanzado en diciembre bajo mediación de la ONU preveía que dentro de esa primera fase los rebeldes hutíes retirasen sus fuerzas del puerto de Al Hudeida y otros próximos y que el Gobiernos y sus aliados sacasen sus tropas de las afueras de la ciudad.
Originalmente esos pasos debían haberse dado pocos días después del pacto sellado en Suecia, pero nunca llegaron a cristalizar por diferencias entre los dos bandos.
En febrero, Naciones Unidas ya anunció un "compromiso preliminar" para desbloquear la cuestión, que entonces no llegó a concretarse.
De completarse, la salida de fuerzas militares de Al Hudeida será la primera retirada voluntaria desde el comienzo del conflicto, según recordó este lunes Griffiths.
El enviado de la ONU aseguró que la cuestión de Al Hudeida es un "examen" para muchas cosas en este conflicto y que es fundamental ver "progresos tangibles" allí antes de centrarse en una solución política al conflicto.
Durante las próximas semanas, Griffiths espera trabajar con las partes para preparar un nuevo encuentro en el que aborden arreglos con vistas a poner fin a la guerra.
Mientras, el Reino Unido defendió que el Consejo de Seguridad debe estar listo para actuar si no hay progresos rápidos en la implementación de los acuerdos del pasado diciembre.
"Hay demasiado en juego para que dejemos que esto fracase y el Consejo debe, en nuestra opinión, estar preparado para tomar medidas más contundentes si no hay progresos para nuestra próxima reunión", señaló la embajadora británica, Karen Pierce.
Habitualmente, el órgano aborda la situación en Yemen una vez al mes, por lo que esa siguiente reunión tendría lugar en algún momento de mayo.
El representante de EE.UU., Jonathan Cohen, mientras tanto, responsabilizó a los hutíes de los retrasos y avisó de que deben demostrar a la comunidad internacional que se toman en serio el proceso impulsado por la ONU.
"Apreciamos que los hutíes hayan aceptado finalmente al concepto de retirada de la fase uno y vamos a seguirlo de cerca para ver si cumplen con ese acuerdo", señaló Cohen.
Tanto EE.UU. como el Reino Unido han apoyado a la coalición árabe que actúa en apoyo del Gobierno yemení.
El conflicto armado en Yemen se desató en 2014, cuando los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, ocuparon Saná y otras provincias del país.
La contienda se recrudeció en 2015 con la intervención de la coalición militar liderada por Arabia Saudí e integrada por países suníes a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi. Mundo
El enviado especial de la ONU para el Yemen, Martin Griffiths. EFE/Archivo