Teherán, 9 ene (EFE).- El comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria iraní, Amir Alí Hayizadeh, manifestó este jueves que no pretendían causar bajas con su ataque a una base en Irak que alberga a tropas estadounidenses, pero aseguró que sí hubo víctimas.
"Nosotros no buscábamos matar a nadie en la operación, pero seguro que muchos murieron, decenas murieron o resultaron heridas", dijo Hayizadeh en una rueda de prensa.
Esta declaración contrasta con lo afirmado la víspera por el presidente estadounidense, Donald Trump, de que no hubo bajas mortales, ni de estadounidenses ni de iraquíes.
Hayizadeh afirmó también que podrían haber diseñado la operación para que hubiera 500 muertos, pero que se abstuvieron, y que dispararon trece misiles, aunque tenían preparados varios cientos.
Según el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, su intención era "golpear la maquinaria militar del enemigo" .
Imágenes por satélites, captadas por la empresa estadounidense Planet y difundidas ayer, muestran daños significativos en edificios de la base aérea que podrían ser hangares y lugares donde se guardaba equipamiento.
Sin embargo, Trump señaló que el daño material fue "mínimo", en un nuevo caso de versiones opuestas de Teherán y Washington sobre un mismo incidente.
Ese ataque fue la respuesta de Irán al asesinato en un bombardeo selectivo estadounidense del general iraní Qasem Soleimaní en Bagdad el pasado viernes.
Estos sucesos han elevado la tensión en la región, aunque tanto Teherán como Washington han asegurado que no buscan una guerra, y Trump apostó ayer por las sanciones en vez de por la vía militar para tomar represalias contra Irán.
Las autoridades iraníes han advertido, no obstante, de que ese ataque es solo el inicio de su venganza y que su objetivo es la salida de las tropas estadounidenses de Oriente Medio.
En este sentido, Hayizadeh adelantó que el bombardeo fue "el comienzo de una operación importante que continuaría en toda la región". EFE