LOS ÁNGELES (AP) — Joe Biden se subió confiado al podio, frente a una multitud de cámaras que transmitían su imagen a todo el país.
“Para ustedes los que han sido golpeados, para ustedes los que han sido derribados, esta es su campaña”, declaró Biden el miércoles. “Damos la bienvenida a todos los que quieran sumarse. Estamos construyendo un movimiento”.
Es así como el exvicepresidente ha recuperado el impulso y se ha convertido en el puntero en la lucha interna del Partido Demócrata para elegir su candidato presidencial.
Atrás quedaron el hablar titubeante y taciturno del político de 77 años de edad, que solía tomar el micrófono frente a un público para lamentar el estado de las cosas. “Por Dios, ¿qué es lo que está pasando?” preguntaba, desviándose del texto redactado con anterioridad.
En su lugar ha surgido un candidato confiado, que lanza dardos verbales contra su rival demócrata Bernie Sanders, aunque reserva la retórica más punzante para el presidente Donald Trump. “Si le damos a este hombre cuatro años más en la Casa Blanca, modificará, cambiará, fundamentalmente y para siempre, el carácter de esta nación”, afirmó Biden el miércoles.
Al mismo tiempo, sin embargo, Biden trata de presentarse como un agente unificador, prometiendo unir al Partido Demócrata y a la nación en general, agriamente dividida en torno a la presidencia de Trump.
Parte de esa fortaleza proviene del pasado de Biden como un niño combativo de Scranton, Pensilvania, que superó su tartamudez pero que hoy en día sigue recordando la humillación que le causó. Gracias a su experiencia como senador por Delaware, es el negociador experimentado que promete acabar con la animosidad en Washington y reemplazarla con el civismo, la cordialidad y la diplomacia. Y gracias a su pasado como vicepresidente en dos períodos, es el empleado público que cree “con cada fibra de mi ser” que puede conseguir la presidencia y “sanar al país”. Es también su pasado como esposo y padre, alguien que ha expresado en público el dolor de perder un hijo.
Por supuesto que las victorias de Biden en el Supermartes se deben también a la salida de Mike Bloomberg, el empresario multimillonario que se incorporó a la competencia al ver que Biden iba rezagado, y gracias a los temores de los sectores moderados por Sanders, cuya posición como socialdemócrata es considerada por sectores partidistas como una desventaja insuperable de cara a las elecciones de noviembre. Eso bastó para que Amy Klobuchar y Pete Buttigieg se salieran de la contienda y respaldaran a Biden, como también lo hizo Beto O’Rourke quien había abandonado la carrera días atrás.
Lo cierto es que el exvicepresidente se posicionó certeramente para aprovechar de las fichas del juego, exhibiendo sus cualidades políticos y personales y al menos tapando temporalmente sus defectos para lograr una resurrección política inédita en las campañas presidenciales modernas.
El precandidato presidencial demócrata Joe Biden habla el miércoles 4 de marzo de 2020, en Los Ángeles. (AP Foto/Marcio José Sánchez) AP