El Estado Islámico pierde fuerza en el norte de Irak. Tropas iraquíes y kurdas, con el apoyo de la aviación militar y voluntarios, han recuperado el control de la ciudad de Suleiman Bek, durante más de dos meses en manos de los yihadistas, que han sufrido al menos 30 bajas. Los artificieros han comenzado ha desactivar los numerosos explosivos colocados por los extremistas en casas, calles y oficinas.
El domingo, las mismas fuerzas rompieron el cerco impuesto a la ciudad de Amerli. La aviación estadounidense, que apoyó la ofensiva desde el aire, arrojó ayuda humanitaria sobre el territorio.
Irak ha alertado del peligro que supone el Estado Islámico en la sesión especial del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. “El llamado ISIS no es un fenómeno iraquí. Es una organización transnacional que es un peligro inminente para todos los países del mundo. Desafía todos los derechos humanos y las leyes internacionales”, ha dicho el ministro de Derechos Humanos iraquí Mohamed Shia’ Al Sudani.
Los esfuerzos continúan para hacer frente al Estado Islámico, que comenzó a imponer su reino de terror en Siria e Irak con rápidas conquistas el pasado mes de junio.