La inacción de la comunidad internacional para acabar con el conflicto en Siria continúa fortaleciendo a las partes para operar con impunidad y continuar alimentando la violencia que está consumiendo al país.
Esa es una de las conclusiones de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria, que presentó este martes su informe al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
La Comisión subrayó que uno de los mayores beneficiados ha sido el grupo extremista Estado Islámico, que comete masacres, ejecuciones públicas, asesina a mujeres y expone a los niños a altos niveles de violencia.
Agregó que ese surgimiento debe ser un llamado de alerta para el gobierno y los grupos de oposición a encontrar una base en común y comprometerse a un acuerdo político.
El académico brasileño, Paulo Pinheiro, es el titular de esa Comisión:
“El Estado Islámico y los grupos antigubernamentales no son los únicos agentes de muerte y destrucción en Siria. El gobierno sigue siendo responsable de la mayoría de las víctimas civiles. Los puntos de control han servido para desapariciones, torturas, abusos sexuales y asesinatos”, alertó Pinheiro.
La Comisión subraya que los Estados que están listos para tomar acciones militares contra el Estado Islámico deben atenerse a las reglas de la guerra y proteger la vida de la población civil.