(Europanews) - La erupción de un volcán en Japón podría haber costado la vida a decenas de personas. Los equipos de socorro han encontrado a más de 30 senderistas inconscientes y en estado de parada cardiorrespiratoria cerca de la cima del Monte Ontake.
Cerca de medio centenar de excursionistas siguen desaparecidos desde el sábado. Se cree que se resguardaron en refugios de alta montaña cuando el volcán comenzó a lanzar rocas y cenizas bruscamente.
El Monte Ontake es el segundo mayor volcán de Japón. Se encuentra entre las prefecturas de Nagano y Gifu.
Más de medio millar de policías, bomberos y militares participan en las tareas de rescate. Unas 240 personas han sido puestas a salvo. Las últimas, este domingo con la intervención de un helicóptero.
Uno de los senderistas afectados relata su experiencia: “Cayeron rocas volcánicas como granizo. No podíamos respirar por lo que nos cubrimos la boca con toallas. Tampoco podíamos abrir los ojos”.
Decenas de personas han resultado heridas. Doce de ellas se encuetran graves. Los heridos presentan quemaduras y lesiones de diversa consideración provocadas por caídas.
El tráfico aéreo ha vuelto prácticamente a la normalidad tras sufrir una ligera perturbación. Las cenizas alcanzaron los 10.000 metros de altitud.
El volcán Ontake hizo erupción el sábado en Japón, lanzando cenizas y pequeñas rocas y dejando a siete personas inconscientes, ocho heridas de gravedad y más de 250 varadas en la montaña, dijeron funcionarios y la prensa.
Una gruesa, ondulante y gris nube de ceniza subía por encima del Monte Ontake, cerca de donde imágenes de televisión mostraron a senderistas tomando fotografías. Excursionistas y residentes fueron advertidos sobre la caída de rocas y cenizas dentro de un radio de cuatro kilómetros.
"Fue como un trueno", dijo una mujer al canal de televisión NHK sobre la primera erupción del volcán en siete años. "Escuché un estruendo y luego todo se oscureció", agregó.
La Agencia Meteorológica dijo que el volcán, que abarca las prefecturas de Nagano y Gifu, unos 200 kilómetros al oeste de Tokio, hizo erupción poco antes del mediodía y arrojó cenizas por la ladera sur de la montaña a una distancia de más de tres kilómetros. No se mostraron señales de lava en las imágenes televisivas.
La erupción obligó a aeronaves a desviar sus rutas, pero funcionarios del aeropuerto Haneda en Tokio y de Japan Airlines dijeron que no se interrumpieron los vuelos que llegaban y salían de esa ciudad.
NHK citó a un funcionario de la prefectura de Nagano que habría sostenido en una reunión del Gobierno, diciendo que siete personas están inconscientes y que otras ocho se encuentran heridas de gravedad.
La policía dijo que más de 250 senderistas se encuentran varados en la montaña de 3.067 metros de altura.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, que volvió de Estados Unidos el sábado, dijo que dio instrucciones para movilizar a fuerzas militares para ayudar en los esfuerzos de rescate.
"Casi 300 personas están en proceso de descender de la montaña, pero todavía estamos intentando resolver los detalles. Dí la instrucción de hacer todo lo que podamos para rescatar a las personas afectadas y garantizar la seguridad de los senderistas", dijo Abe a la prensa.
La policía de Nagano envió a un equipo de 80 personas a la montaña para dar asistencia a los escaladores que estaban descendiendo, mientras que el hospital de la prefectura de Kiso, cerca a la montaña, dijo que había enviado un equipo médico de emergencia.