China y México tienen un futuro prometedor, declaró el embajador mexicano en Pekín. Sin embargo, pese al fortalecimiento de las relaciones entre ambos países el gigante asiático no parece tener prisa por invertir en México. ¿Cuál es la razón de ello?
El fenómeno puede explicarse por los problemas que experimenta México en el desarrollo económico.
"La principal debilidad de México sigue siendo la tasa de crecimiento promedio, aún no hemos podido dar el paso para lograr un crecimiento más alto", comentó el secretario de Hacienda mexicano.
El país latinoamericano apenas recibe el 0,1 % de la Inversión Extranjera Directa (IED) de China, pese a que Pekín es el segundo socio comercial de la nación mexicana, señaló Enrique Dussel, director del Centro de Estudios China-México.
Las estadísticas de la Administración General de Aduanas de China muestran que el volumen de comercio bilateral ascendió a 39.200 millones de dólares en 2013 y que China fue además el cuarto destino de sus exportaciones, después de Estados Unidos, Canadá y España.
Enrique Dussel detalla que las razones que empujan a China a evitar México como destino de sus inversiones pueden ser la falta de una estrategia para motivar los intereses del gigante asiático.
Además, según Dussel, se puede destacar la falta de coordinación en el sector público y de transparencia para las inversiones.
A pesar de todo eso ambos países mantuvieron una serie de reuniones en las que acordaron hacer esfuerzos conjuntos para generar resultados concretos en ámbitos diversos de las relaciones bilaterales.