CIUDAD DEL VATICANO, 1 (ANSA)- El papa Francisco llamó hoy a escuchar a la Iglesia, en lo que pareció un sólido respaldo a la institución, al tiempo que exigió una búsqueda permanente de la paz, en sus primeros mensajes del año que se inicia.
"No es posible 'amor a Cristo pero no a la Iglesia, escuchar a Cristo pero no a la Iglesia, pertenecer a Cristo pero fuera de la Iglesia", dijo este jueves el Sumo POntífice en la misa de Año Nuevo.
La Iglesia es madre que "custodia a Jesús con ternura y lo da a todos con alegría y generosidad", agregó Francisco en San Pedro, junto a cardenales y obispos, frente a muchos miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
En la homilía el Papa insistió en la maternidad de la Iglesia, en su encarnación entre los hombres, confirmando su visión de la misericordia con que los cristianos y la Iglesia deben afrontar las heridas de los hombres y del mundo contemporáneo.
La frase sobre la no separación de Cristo de la Iglesia es de la "Evangelii nuntiandi" de Paulo VI. Tras recordarla, el Papa explicó: "En efecto es precisamente la Iglesia, la gran familia de Dios, la que nos trae a Cristo. Nuestra fe no es una doctrina abstracta o una filosofía, sino la relación vital y plena con una persona: Jesucristo, hijo unigénito de Dios hecho hombre, muerto y resucitado para salvarnos y vivo entre nosotros. Dónde lo podemos encontrar? Lo encontramos en la Iglesia".
A propósito de la misión de maternidad de la Iglesia, el pontífice subrayó que la Iglesia es "como una madre que custodia a Jesús con ternura y lo dona a todos con alegría y generosidad".
"Ninguna manifestación de Cristo, ni siquiera la más mística -subrayó- puede ser separada nunca de la carne y la sangre de la Iglesia".
"Sin la Iglesia, Jesucristo termina por reducirse a una idea, a una moral, a un sentimiento. Sin la Iglesia, nuestra relación con Cristo estaría a merced de nuestra imaginación, de nuestras interpretaciones, de nuestros humores", observó Francisco.
El pontífice dijo al concluir la homilía de la primera misa del año que "todos estamos llamados a ser libres, todos a ser hijos y cada uno según sus propias responsabilidades, a luchar contra las modernas formas de esclavitud. De cada pueblo, cultura y religión, unamos nuestras fuerzas".
"La Iglesia y María -dijo luego- van siempre juntas y esto es precisamente el misterio de la mujer en la comunidad eclesial, y no se puede comprender la salvación operada por Jesús sin considerar la maternidad de la Iglesia".
"Quisiera proponer a todos -invitó Francisco al terminar la homilía- saludar juntos a María lo hizo aquel valiente pueblo de Efeso que gritaba 'Santa Madre de Dios'; dice una historia -no sé si cierta- que algunos tenían bastones en la mano, para hacer comprender a los obispos lo que ocurriría si no tenían el coraje de proclamarlo: 'Santa Madre de Dios'. E invito a todos ustedes, sin bastones, a levantarse y por tres veces saludarla con este saludo de la Iglesia. Santa Madre de Dios".
Asimismo, el jefe de la Iglesia católica sostuvo que la paz "siempre es posible, siempre posible, y debemos buscarla". Lo afirmó, tras la misa, ante unas 50.000 personas en la plaza San Pedro. Y luego agregó que "la plegaria es la raíz de la paz, hace germinar la paz".
Francisco invitó a "implorar la paz". "Leo allí -dijo indicando uno de los carteles en la plaza- 'la paz siempre es posible, siempre posible, debemos buscarla' y allá 'la plegaria es la raíz de la paz', eso, la paz es posible y la plegaria hace germinar la paz".
Citando luego el título del mensaje por la Jornada Mundial de la Paz, que la Iglesia celebra hoy, "No más esclavos sino hermanos", comentó: "No más esclavos, porque las guerras nos hacen esclavos a todos, estamos llamados todos a construir según la propia responsabilidad, y recuerden bien: la paz es siempre posible y en la raíz de la paz está siempre la plegaria, recemos por la paz".
Antes y después del Angelus, el Papa interactuó varias veces con los presentes. Entre otras cosas, hizo repetir a todos y por tres veces, como ya había hecho en la basílica durante la misa, "Santa Madre de Dios", y contó nuevamente un episodio del Concilio de Efeso sobre esta triple aclamación.
Además Francisco volvió sobre el recuerdo de su bautismo. "Les pregunto nuevamente -dijo- ùquién de ustedes recuerda el día en que fue bautizado, la fecha? ùQuién de ustedes la recuerda? Levanten la mano, son muchos pero no son tantos, para los que no la recuerdan daré una tarea, buscar la fecha y guardarla en el corazón".