La presidenta de Brasil aseguró que su gobierno tomará medidas para mejorar la economía, pero sin sacrificar los beneficios para los más desposeídos.
Acompañada por varios de sus colegas de la región, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, asumió este jueves (01.01.2015) su segundo período al frente del país más grande de Sudamérica. Las calles se Brasilia se vieron atestadas de seguidores de la jefa de Estado, que llegó al Congreso tras recorrer en un Rolls Royce los dos kilómetros que separan la Catedral Metropolitana de la sede del Poder Legislativo.
Al acto acudieron representantes de más de 70 países, entre ellos 14 mandatarios, que presenciaron cómo la presidenta de 67 años, reelecta en los comicios del pasado 26 de octubre con el 51,64 por ciento de los votos, juró mantener, defender y cumplir la Constitución e impulsar el bien general del pueblo, así como defender la soberanía del país. La ceremonia de investidura fue dirigida por el presidente del Senado, Renan Calheiros.
Durante su discurso tras asumir el mando, Rousseff anunció un profundo ajuste fiscal para acelerar la economía brasileña, aunque prometió que los sacrificios para los más necesitados serán menores. “Más que nadie sé que Brasil necesita volver a crecer y los primeros pasos para ello pasan por un ajuste fiscal y un aumento del ahorro público, pero haremos eso con el menor sacrificio posible para la población”, dijo.
Medidas en varios frentes
#Rousseff dijo que demostraría que es falso que la estabilidad económica es incompatible con la inversión social. “Reafirmo mi compromiso con la mantención de todos los derechos laborales y de los derechos de la seguridad social”, apuntó. Brasil se enfrenta a un escenario económico adverso. Se espera que en 2014 el crecimiento del país sea de apenas un 0,2 por ciento, y las proyecciones estiman que en 2015 será de solo un 0,7 por ciento.
Rousseff también destacó que las relaciones con América Latina son prioritarias para Brasil (“sin discriminación de orden ideológico”, apuntó), pero destacó la “gran relevancia” de “perfeccionar” los vínculos con “Estados Unidos, por su importancia económica, política, científica y tecnológica, sin mencionar el intercambio comercial”. La mandataria también anunció medidas para enfrentar el escándalo de corrupción que sacude a Petrobras.