El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, propuso la noche del miércoles (18.02.2015) el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU en el este de Ucrania, luego de que las fuerzas del Ejército se retiraran de Debaltsevo, una ciudad disputada con los prorrusos y que finalmente los insurgentes pudieron tomar, tras varios días de combates y a pesar de un alto al fuego acordado hace una semana.
“Les voy a proponer debatir el asunto de invitar a Ucrania a fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, que actuarían en virtud de un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo el presidente durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa ucraniano. Poroshenko asistió al encuentro tras visitar rápidamente a las tropas que salieron de Debaltsevo, en la zona del conflicto.
Para Poroshenko, “la mejor opción sería que la misión estuviera encabezada por fuerzas policiales de la Unión Europea. Estamos seguros que ésta sería la forma más efectiva y la mejor garantía para la seguridad”. Por ello, pidió al organismo de seguridad ucraniano que apruebe la propuesta. Se trata de la primera vez que las autoridades de Kiev se manifiestan a favor de desplegar fuerzas de paz en el este del país, una idea que antes habían rechazado tajantemente.
Rusia critica propuesta de Poroshenko
Vitali Churkin, embajador de la Federación de Rusia ante la ONU, ha criticado la propuesta del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y ha advertido de que el envío de una misión de paz a la región del Donbás podría hacer peligrar los acuerdos de Minsk. Según recoge la agencia de noticias Ria Novosti, Churkin habría sido tajante afirmando que si el gobierno de Kiev propone "otro esquema" distinto a lo acordado en la capital de Bielorrusia, ello "podría destruir" los acuerdos.
En la misma línea se ha manifestado el presidente del parlamento ruso, Serguei Narishkin. "Los acuerdos de Minsk no prevén ese contingente, que podría debilitar lo acordado".
Una posición que comparten los separatistas. Su líder, Eduard Bassurin, ha acusado al gobierno de Kiev de actuar sin un plan. "El presidente Poroshenko dijo primero que no necesitaba ayuda, pero ahora quiere una misión de paz", señaló. A pesar de las críticas, Bassurin ha reconocido que sólo apoyaría la misión de paz si se limita a la frontera entre el territorio que controlan los separatistas, y el que controla Kiev. Por lo tanto, el líder descarta cualquier operación internacional en la frontera con Rusia, cita la agencia Interfax.
Se mantiene el acuerdo
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, ha informado hoy de que el acuerdo de paz alcanzado la semana pasada en Minsk no ha fracasado a pesar de la ruptura del alto el fuego. Según Seibert, la canciller alemana, Angela Merkel, y los presidentes francés, François Hollande, ucraniano, Petro Poroshenko, y ruso, Vladimir Putin, mantienen lo acordado.
"Están de acuerdo en que para conseguir avances concretos inmediatos es necesaria una completa implementación del alto el fuego y la retirada de armamento pesado bajo la supervisión de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), como se fijó en el paquete de medidas de Minsk el pasado 12 de febrero", explicó Seibert.
Al mismo tiempo, la oficina del presidente francés ha informado en un comunicado que los líderes intentarán alcanzar nuevamente un pacto que garantice el alto el fuego en Ucrania. Según el texto, los cuatro dirigentes condenan las violaciones del acuerdo e instan a las dos partes a mantener "estrictamente y en su totalidad" las medidas alcanzadas el pasado 12 de febrero en la capital de Bielorrusia.
Para ayudar en el proceso, el presidente ruso, Vladimir Putin, prometió durante la teleconferencia tratar de usar su influencia sobre los separatistas para iniciar un intercambio de prisioneros con Ucrania.