WASHINGTON (Reuters) - El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió el martes a Washington en contra de aceptar un acuerdo nuclear con Irán, que podría desatar una "cuenta regresiva a una potencial pesadilla nuclear" por parte de un país que "siempre será un enemigo de Estados Unidos".
"Si el acuerdo que se está negociando ahora es aceptado por Irán, no evitará que Irán desarrolle armas nucleares, hará todo menos garantizar que Irán obtenga esas armas nucleares, muchas de ellas", afirmó el líder israelí en un discurso de 39 minutos ante el Congreso estadounidense que ofreció una crítica detallada a la diplomacia del presidente Barack Obama con Irán.
En una aparición que tensó las relaciones entre Estados Unidos e Israel y fue boicoteada por decenas de legisladores del Partido Demócrata de Obama, Netanyahu dijo que el régimen de Irán era "más radical que nunca" y que el acuerdo sobre el que se estaba trabajando con potencias mundiales no bloqueaba la posibilidad de que el país desarrolle una bomba.
"Este acuerdo no será un adiós a las armas, será un adiós al control de armas (...) una cuenta regresiva a una potencial pesadilla nuclear", dijo a legisladores y visitantes a la Cámara de Representantes. Su discurso generó 26 ovaciones de pie.
Poco antes del discurso, Netanyahu ingresó al recinto entre aplausos y vítores, estrechando la mano de decenas de legisladores, incluyendo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Al inicio del discurso, buscó desactivar la intensa politización de su aparición, que ha endurecido las divisiones entre republicanos y demócratas sobre la postura de la Casa Blanca para evitar que Irán obtenga armas nucleares.
Netanyahu dijo que estaba agradecido con Obama por su apoyo público y privado a Israel, incluyendo la asistencia militar estadounidense y las contribuciones a su sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
"Lamento profundamente que algunos perciban mi presencia aquí como política", dijo. "Sé que sin importar en qué lado del pasillo se sienten, apoyan a Israel", agregó.
El discurso hizo escalar la campaña de Netanyahu contra la diplomacia del presidente Obama con Irán, generando un estrés sin precedentes sobre los lazos ya tensos de ambos líderes.
A pesar de la fría recepción de la administración estadounidense, Netanyahu ofreció el lunes una rama de olivo al decir que no buscaba faltarle el respeto a Obama por aceptar una invitación a hablarles a los legisladores estadounidenses, que fue orquestada por los rivales republicanos del mandatario.
Netanyahu dijo que Estados Unidos no debería levantar las sanciones hasta que Irán "cambie su comportamiento", un comentario que podría generar apoyo entre los republicanos para mantener las sanciones estadounidenses sobre Teherán o buscar incluso incrementarlas.
Pero el líder israelí no pidió nuevas penalidades, algo que Obama ha dicho que minaría las actuales conversaciones y que sería vetado si fuera aprobado por el Congreso.
"Si las potencias mundiales no están preparadas para insistir en que Irán cambie su comportamiento antes de que un acuerdo sea firmado, deberían al menos estar preparadas para insistir en que Irán cambie su comportamiento antes de que el acuerdo expire", dijo.
Agregó que la caída en los precios del petróleo ponía a Estados Unidos y otros países en una posición más fuerte para negociar con Irán.
Cincuenta y nueve de los 232 miembros del Congreso del Partido Demócrata de Obama no participaron del discurso para protestar por lo que consideraron una politización de la seguridad israelí, un tema sobre el cual el Congreso está normalmente unido.