MOSCÚ (Reuters) - Miles de rusos depositaron flores y velas encendidas el sábado en el puente cercano al Kremlin donde el político opositor Boris Nemtsov fue asesinado a tiros, un crimen que para muchos muestra los riesgos que implica hablar contra el presidente Vladimir Putin.
Nemtsov, de 55 años, recibió cuatro disparos en la espalda a última hora del viernes, por parte de unos asesinos que iban en un auto blanco, mientras caminaba por el puente que cruza el río Moskva en el centro de Moscú con una mujer ucraniana, quien resultó ilesa, dijo la policía.
Las fuerzas policiales acordonaron el puente manchado de sangre durante dos horas, mientras cientos de personas llegaban a rendir homenaje a uno de los mayores opositores de Putin por el papel que ha tenido Rusia en el conflicto de Ucrania.
El Comité de Investigación de Rusia, que está cargo de Putin, dijo que está siguiendo varias líneas de investigación, entre ellas que la oposición pudo haber cometido el crimen para sumar apoyo contra las políticas del Kremlin.
En el lugar del asesinato, las flores rodeaban un cartel de papel blanco que decía "Todos somos Nemtsov".
"La gente tiene miedo de apoyar nuestro movimiento. Los activistas de oposición reciben amenazas todos los días y Boris no fue la excepción. Pero no nos van a detener", dijo el activista opositor Marcos Galperin.
Ningún funcionario del Kremlin o del Gobierno fue visto en el homenaje.
¿CRIMEN RELIGIOSO?
Nemtsov es la figura de oposición más prominente que es asesinada en los 15 años de Gobierno de Putin. Hubo un tiempo en que era ampliamente visto como el hombre con más probabilidades de suceder a Boris Yeltsin como presidente.
Su asesinato al estilo del hampa es una reminiscencia de la caótica década rusa de 1990, después del derrumbe de la Unión Soviética, y levanta nuevas interrogantes sobre la capacidad de la oposición para desafiar seriamente a Putin en un ambiente tan peligroso.
La muerte pone también el foco en el duro trato a la oposición en el tercer mandato de Putin, durante el cual varios críticos han sido encarcelados o han huido de Rusia tras una serie de manifestaciones masivas contra el ex espía de la KGB.
"Yo diría que este crimen no es sólo un golpe a la oposición, es un golpe a toda la sociedad rusa. Es un golpe a Rusia. Si las opiniones políticas son castigadas de esta manera, este país simplemente no tiene futuro", dijo Sergei Mitrokhin, un líder de la oposición.
Liderando la condena internacional por el asesinato, el presidente estadounidense Barack Obama pidió una investigación pronta, imparcial y transparente para garantizar que los responsables sean llevados a la justicia.
Los asesinatos políticos a menudo quedan sin resolver en Rusia. La policía dijo que estaba investigando si el asesinato buscaba desestabilizar la situación política o si fue cometido por islamistas radicales, ya que Nemtsov era judío.
Un vehículo blanco sospechoso de ser utilizado por los asesinos fue encontrado abandonado en el centro de Moscú. Algunas agencias de noticias rusas dijeron que imágenes de vigilancia mostraron a dos hombres saliendo del auto.
