Hace un año, un incendio en la central sindical de la ciudad ucraniana de Odesa se cobró la vida de 42 personas. La tragedia ocurrió en medio de enfrentamientos entre prorrusos y europeístas y aún no se ha esclarecido.
Dos actos antagónicos empezaron este sábado (2.05.2015) prácticamente a la misma hora en dos lugares señalados de Odesa para conmemorar la tragedia que hace un año se saldó con 42 muertos en esa ciudad del sur de Ucrania.
Activistas prorrusos y ultranacionalistas radicales, los dos bandos que se enfrentaron entonces con gran violencia y trágico resultado, salieron a la calle para recordar a los suyos.
El 2 de mayo de 2014, con toda Ucrania sumida aún en el caos posrevolucionario y con los separatistas haciéndose fuertes en el este del país, 42 manifestantes prorrusos murieron en el incendio de la Casa de los Sindicatos de Odesa tras ser acorralados allí por radicales del movimiento Euromaidán.
Más de 3.000 policías y militares velan este sábado (2.05.2015) por la seguridad en la ciudad rusoparlante ante el temor de que se produzcan provocaciones que puedan derivar en nuevos enfrentamientos.
Poco antes del inicio de los actos, tanto la plaza de las Catedrales, en la que se concentraron los nacionalistas ucranianos, como el Parque Kulikovo, donde se reunieron los prorrusos, son dos fortines con prácticamente un agente de las fuerzas de seguridad por cada metro cuadrado.
La policía ha colocado detectores de metal en el Parque Kulikovo, mientras que las autoridades han prohibido exhibir durante los actos tanto las banderas rusas como las cintas de San Jorge, seña que tras la sublevación secesionista de hace un año en el este de Ucrania se ha convertido en símbolo de los activistas prorrusos.
Único acusado, en paradero desconocido
Transcurrido un año desde la tragedia, la Fiscalía general ucraniana tan solo ha acusado formalmente al entonces número dos de la policía regional, Dmitri Fuchedzhi, que se halla en paradero desconocido, imputándolo de “dejación” de responsabilidad por permitir los enfrentamientos.
Rusia, e incluso algunas organizaciones internacionales, exigen desde entonces a Kiev que aclare las circunstancias de los hechos y castigue a los culpables.