MADISON, Wisconsin, EE.UU. (AP) -- Pocas horas después de que un agente blanco matara a tiros a un joven negro desarmado, el jefe de la policía de la capital de Wisconsin oró con la abuela del fallecido con la esperanza de lograr un tono conciliador y evitar los disturbios que sacudieron el año pasado Ferguson, Missouri.
El jefe policial Mike Koval dijo que está consciente de que Madison ha atraído la atención en el país tras la muerte de Tony Robinson, de 19 años, ocurrida el viernes en la noche, y afirmó que ha tenido que ingeniárselas para evitar lo que alguna vez describió como los "tropiezos" de Ferguson.
"La gente está airada, resentida, desconfiada, desilusionada, conmocionada, inquieta", declaró Koval el sábado. "La gente necesita decirme con toda franqueza cuán molesta está con el Departamento de Policía de Madison".
La situación en Madison contrasta con la de Ferguson en muchos aspectos.
Mientras que la policía de Ferguson inicialmente proporcionó poca información sobre la muerte a tiros del joven negro desarmado Michael Brown, de 18 años, Koval se dirigió a toda prisa a la casa de la madre de Robinson. La señora no quiso recibirlo, dijo Koval, pero él conversó y oró con la abuela de Robinson durante 45 minutos en la salida de la cochera.
En el caso de Ferguson pasó más de una semana antes que se diera a conocer el nombre del agente que había baleado a Brown. Koval reveló el mismo día de los hechos el nombre de Matt Kenny, el policía que mató al joven en Madison. Por iniciativa propia, Koval informó a los reporteros que Kenny estuvo implicado en un incidente similar en 2007 y fue exonerado entonces del cargo de proceder indebido.
El día que la policía de Ferguson identificó al agente que mató a Brown también difundió un video en que el joven negro aparece robando una tienda. Cuando se le preguntó el sábado sobre los antecedentes penales de Robinson, Koval declinó responder y afirmó que sería inapropiado hacerlo el día después de la muerte del joven.
"Tenemos un jefe de la policía que siente de verdad la pérdida de una familia. Debe quedar totalmente claro para cualquiera que ha seguido este incidente que Madison, Wisconsin, no es Fergusson, Missouri", señaló Jim Palmer, director ejecutivo de la Asociación de Policías Profesionales de Wisconsin, el sindicato policial más grande del estado.
Sin embargo, el enfoque mesurado del jefe policial no ha impresionado a los manifestantes negros. A principios de año, Koval provocó la ira de algunos de ellos con un blog en el que les exigía que dejaran de culpar de sus problemas a la policía".
"No hay disculpas que puedan reparar la pérdida o hacer que se acepte la pérdida (de Robinson)", dijo Brandi Grayson, organizadora de Jóvenes, Talentosos y Negros, un grupo de Madison que ha efectuado manifestaciones de protesta contra lo que describe como el maltrato de las personas de color a manos del sistema de justicia. "Esto iba a suceder. No hay nada que el jefe policial pueda decir a menos que sea un cambio en el sistema".
Nadie respondió el domingo a la puerta de la casa de la madre de Robinson. Un reportero dejó una nota en la puerta en la que le solicitaba que se comunicara con The Associated Press, nadie lo había hecho para el domingo por la tarde.
Tony Robinson murió el viernes por la noche tras ser baleado en su departamento en una confrontación con Kenny, quien había acudido a la zona ante un aviso de que un hombre se metía intermitentemente entre el tráfico vehicular. Kenny se dirigió al apartamento después de escuchar lo que Koval describió como un "alboroto".
La División de Pesquisas Criminales del Departamento de Justicia asumió la investigación de acuerdo con una nueva ley aprobada el año pasado que obliga a una agencia externa a encabezar las pesquisa sobre los casos en los que personas hayan muerto baleadas por policías.
La portavoz del Departamento de Justicia, Anne Schwartz, declinó hacer declaraciones el domingo.