El primer ministro, Nawaz Sharif, viajaba en un avión separado a la región montañosa de Gilgit, en el norte del país, para el lanzamiento de dos proyectos cuando ocurrió el accidente. El mandatario regresó a Islamabad, informó su oficina.
Además de los embajadores de Noruega, Leif Larsen, y Filipinas, Domingo Lucenario, y las esposas de los embajadores de Malasia e Indonesia, los dos pilotos y un miembro de la tripulación perdieron la vida, dijo el portavoz del Ejército Asim Bajwa en publicaciones en Twitter.
Agregó que las primeras informaciones indicaban que la causa del accidente se debía a una falla técnica.
Los talibanes pakistaníes dijeron que habían derribado la aeronave, pero testigos en el terreno y en otros tres helicópteros que hacían el viaje, no reportaron nada que indicara disparos.
Medios estatales malasios identificaron a la mujer del embajador como Habibah Mahmud, mientras que Indonesia dijo que la esposa de su embajador era Hery Listyawati.
Bajwa dijo que los embajadores de Polonia y Holanda resultaron heridos. Los representantes diplomáticos de Sudáfrica, Líbano y Rumania también estaban a bordo, según una lista de vuelo obtenida por Reuters.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rumania dijo que su embajador estaba vivo y que no había resultado herido.
Un funcionario en Gilgit dijo que nueve personas habían muerto.
"Los cuerpos están tan carbonizados que no pueden ser identificados", dijo Sibtain Ahmed, secretario del Interior de Gilgit-Baltistan.
El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que 17 personas estaban a bordo del Mi-17, uno de los cuatro helicópteros que trasladaban a los funcionarios a los proyectos, cuando se estrelló contra una escuela de Gilgit y se incendió. Medios informaron que había 11 extranjeros y seis pakistaníes.
