LONDRES (AP) -- El Partido Conservador renovó el viernes el mandato popular para gobernar Gran Bretaña tras las elecciones parlamentarias del jueves, logrando una inesperada y contundente victoria que hará que el primer ministro David Cameron vuelva a ocupar el 10 de Downing Street en una posición más fuerte que antes.
La oficina de Cameron dijo que el político visitará más tarde el Palacio de Buckingham, donde se espera que comunique a la reina Isabel II que tiene suficientes apoyos para formar gobierno.
Esto cerraría el proceso mucho antes de lo previsto. Las encuestas previas a la jornada electoral del jueves mostraban a los conservadores y la oposición laborista en una carrera muy apretada, planteando la posibilidad de días o semanas de negociaciones para formar un nuevo gobierno.
El Partido Laborista sufrió una importante derrota en los comicios, perdiendo gran cantidad de escaños en favor de los revitalizados nacionalistas escoceses que arrasaron en Escocia.
Con los conservadores de Cameron logrando una mayoría simple de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, las elecciones parecen haberle reportado un resultado mucho mejor del que pronosticaban las encuestas, e incluso su propio partido. Con el escrutinio de 639 circunscripciones ya cerrado, los Conservadores tienen 324 representantes y los Laboristas 229.
El primer ministro estaba radiante la madrugada del viernes cuando se anunció su victoria en el distrito Witney, en el sur de Inglaterra.
"Esta es claramente una noche muy importante para el Partido Conservador", dijo en una comparecencia antes de anunciar la victoria general. Podría convertirse en el primer líder conservador en lograr la reelección desde Margaret Thatcher.
"Quiero que mi partido, y espero que el gobierno que querría liderar, reclame un manto que nunca deberíamos haber perdido - el manto de una nación, un Reino Unido", dijo Cameron prometiendo contrarrestar el aumento del nacionalismo escocés con más poderes para Escocia y Gales.
El Partido Laborista, liderado por Ed Miliband, fue aplastado en Escocia por el Partido Nacionalista Escocés (SPN, por sus siglas en inglés), que ganó casi la totalidad de los 59 representantes de la región.
"Lo que estamos viendo hoy es a Escocia votando para depositar su confianza en el SNP, para hacer que se escuche la voz de Escocia, una voz clara para terminar con la austeridad, mejor servicios públicos y políticas más progresistas en Westminster", dijo la líder del partido, Nicola Sturgeon, a la BBC.
"El león escocés ha rugido esta mañana en todo el país", dijo el ex líder de la formación nacionalista Alex Salmond, que fue elegido en Gordon.
Miliband anunció el viernes que dimitirá luego de que la formación que encabeza lograse un resultado peor del esperado.
Hablando ante seguidores laboristas que le mostraron su apoyo con vítores, el político dijo que renunciará de inmediato para que el partido pueda reconstruirse.
"Esta ha sido una noche muy decepcionante y difícil para el Partido Laborista", dijo Miliband en la madrugada del viernes.
El socio de la coalición de gobierno de Cameron, el Partido Liberal Demócrata, sufrió una debacle en las urnas, perdiendo la mayoría de sus representantes como castigo por apoyar el programa conservador desde 2010.
A pesar de haber revalidado su escaño, Nick Clegg, dimitió el viernes como líder de la formación.
Casi 50 millones de personas estaban registradas para votar en los comicios del jueves, unos de los más impredecibles de las últimas décadas. Las encuestas de opinión realizadas durante el mes que duró la campaña electoral apuntaban que el resultado estaría próximo al empate.
Los votos de cada distrito se contaron a mano y el anuncio de los resultados siguió un ritual conocido. Los candidatos - que llevan un gran distintivo con el color de su partido - se alinean en el escenario como si fuesen boxeadores mientras esperan a que un funcionario lea los resultados.
Pero aunque el proceso fue el habitual, los resultados fueron sorprendentes en muchos casos.
Entre los primeros ganadores del Partido Nacionalista Escocés estivo Mhairi Black, un estudiante de 20 años que derrotó a Douglas Alexander, un laborista de 47 portavoz que política exterior de la formación y una de sus figuras más destacadas. Black es el legislador británico más joven desde que Christopher Monck llegó al parlamento en 1667 cuando tenía 13 años.
Uno de los grandes derrotados de la noche electoral fue el líder del Partido por la Independencia de Gran Bretaña (UKIP), Nigel Farage, quien dimitió tras perder el escaño al que optaba por Thanet South. Su partido ocupó la tercera posición en las encuestas de opinión, pero solo obtuvo un representante por la dispersión de sus votantes.