Seúl, 27 may (EFE).- Los enviados de Corea del Sur, EE.UU. y Japón para la desnuclearización de Corea del Norte afirmaron hoy que el régimen de Kim Jong-un ha realizado importantes avances en su programa atómico y acordaron elevar la presión para retomar el diálogo.
Los representantes de los tres países "coinciden en la gravedad de los avances en las capacidades nucleares de Corea del Norte", dijo Hwang Joon-kook, representante especial de Corea del Sur para asuntos de paz y seguridad en la península coreana, en declaraciones divulgadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Seúl.
Hwang se reunió hoy con el representante especial de EE.UU. para políticas hacia Corea del Norte, Sung Kim, y el director general de la Oficina de Asia y Oceanía de la cancillería de Japón, Junichi Ihara, para abordar la amenaza nuclear de Pyongyang y la posibilidad de reanudar el proceso de negociaciones.
"Vamos a ejercer una continua y fuerte presión sobre Corea del Norte para que retome las conversaciones", afirmó el representante surcoreano, en referencia al estancado diálogo a seis bandas.
Este proceso, que implica a ambas Coreas, EE.UU, Japón, China y Rusia, es un mecanismo orientado a persuadir a Pyongyang de que abandone su desarrollo nuclear a cambio de concesiones, pero las negociaciones permanecen detenidas desde 2009.
El representante estadounidense, por su parte, especificó que los tres aliados están "explorando" la posibilidad de "una aplicación más fuerte de las sanciones existentes" contra Corea del Norte, además de considerar "todas las oportunidades y vías para aumentar la presión".
Aún así, Sung Kim expresó que Washington, Seúl y Tokio "mantienen todas las opciones diplomáticas sobre la mesa" para persuadir a Pyongyang de que regrese a las negociaciones.
Los representantes de Corea del Sur, EE.UU. y Japón advirtieron a Corea del Norte de que se enfrentará a "unas sanciones internacionales más duras y un mayor aislamiento diplomático" en caso de que siga sin mostrar un compromiso serio de desnuclearización que permita la vuelta al diálogo, expresó, por su parte, el enviado surcoreano.
En los últimos años Seúl y Washington han planteado esta exigencia a Pyongyang, pero el país comunista mantiene la postura de rechazar condiciones previas.
En la reunión de dos días los enviados se comprometieron a seguir realizando esfuerzos para "mejorar la situación de los derechos humanos de Corea del Norte en cooperación con la ONU y la sociedad internacional".
La cita está marcada por el reciente ensayo de un misil submarino de Corea del Norte, que ha generado mucha preocupación entre los aliados ya que consideran que Pyongyang podría equipar este tipo de armamento con armas nucleares en el futuro.