Ise-Shima, Japón, 26 de mayo, 2016 (Reuters). El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, disparó contra el precandidato republicano Donald Trump el jueves, al señalar que el excéntrico multimillonario busca más prensa que soluciones y que "inquieta" a los líderes extranjeros con sus declaraciones.
Obama acusó al magnate inmobiliario y exempresario televisivo de hacer comentarios displicentes en busca de un efecto provocador, e instó a todos los precandidatos presidenciales a tomar un camino ético en una dura y tempestuosa carrera hacia la Casa Blanca.
En sus declaraciones más polémicas contra Trump en lo que va de la campaña hacia las elecciones del 8 de noviembre en las que se elegirá a su sucesor, Obama dijo además que los líderes del Grupo de las Siete naciones más industrializadas del mundo "están sorprendidos por el nominado republicano".
"No están seguros con cuánta seriedad tomar sus dichos, pero están inquietos por ellos", dijo el presidente estadounidense en una conferencia de prensa en el marco de la cumbre del G7 que se desarrolla en Japón.
"Y tienen motivos, ya que muchas de las propuestas que (Trump) ha hecho demuestran ignorancia de los asuntos internacionales o una actitud displicente; o un interés en obtener tuits y titulares, en lugar de analizar cuidadosamente, que es lo que se necesita para mantener a Estados Unidos a salvo, seguro y próspero, y al mundo equilibrado", señaló.
Muchos aliados de Estados Unidos temen que Trump genere inseguridad en países que ya están preocupados por el creciente poder de China, envalentonando a políticos nacionalistas y autoritarios, y que eso desande el camino transitado por Obama en la región de Asia-Pacífico.
Trump ha sido también acusado de racismo e intolerancia al anunciar que construiría un muro para mantener fuera de la frontera estadounidense a los inmigrantes mexicanos ilegales y que temporalmente prohibiría el ingreso de musulmanes al país. Además ha hecho reiterados comentarios misóginos.
La carrera entre Trump por un lado y los precandidatos demócratas por el otro —la favorita en las encuestas Hillary Clinton, exsecretaria de Estado, y el senador Bernie Sanders— se ha vuelto cada vez más implacable y personal.
Esta semana, Trump llevó las acusaciones contra Clinton a niveles sin precedentes en la historia de las campañas presidenciales estadounidenses modernas, al hacer declaraciones rimbombantes que los medios televisivos no pudieron resistirse a cubrir, dándole horas y horas de aire y poniendo a sus oponentes a la defensiva.
Obama dijo que era natural que los periodistas en una campaña como ésta tomen en cuenta "cada guiño, cada problema, cada conflicto, cada descalificación", pero instó, en cambio, a los precandidatos de ambos lados a apegarse al debate sobre las soluciones a los problemas sociales.