Ankara, Turquía, 20 de julio, 2016 (AP). Días después de un fallido intento de golpe de estado en Turquía, aviones de combate del país realizaron ataques transfronterizos contra posiciones de los rebeldes curdos en el norte de Irak, matando a 20 supuestos insurgentes, dijo la agencia de noticias estatal turca el miércoles.
Cazas F-16 alcanzaron objetivos del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Curdistán, o PKK, en la región iraquí de Hakurk, según la agencia Anadolu.
El ejército turco ataca regularmente supuestos refugios y posiciones del grupo en Irak desde el año pasado, pero los del miércoles fueron los primeros desde el fracasado alzamiento del pasado 15 de julio, perpetrado por una facción de las fuerzas armadas y en el que participaron también varios pilotos de F-16. La ofensiva se produce mientras el ejército turco se tambalea tras la insurrección y parece ser un intento de demostrar que la institución está por encima de las cuestiones de seguridad.
Las autoridades han detenido a más de 9,000 personas, entre ellas 115 generales, 350 oficiales y unos 4,800 efectivos de las fuerzas armadas por su supuesta implicación en el golpe.
Decenas de miles de funcionarios civiles, incluyendo profesores, acusados de estar relacionados con la trama o de presuntos lazos con un clérigo musulmán asentado en Estados Unidos al que Ankara acusa de estar detrás del alzamiento, han sido cesados. Las purgas buscan reducir la influencia del clérigo, Fethullah Gulen, rival del presidente Recep Tayyip Erdogan.
La insurrección ha enojado a la población y generó llamados para reinstaurar la pena capital, mientras que un organismo estatal de asuntos religiosos declaró que se practicarán tiros no religiosos a los golpistas fallecidos en la revuelta.
La pena de muerte fue abolida en Turquía en 2004 como parte de las gestiones del país para integrarse a la Unión Europea. Varios funcionarios europeos han dicho que reinstaurarla sería el fin de esas aspiraciones.
El número de partidarios del gobierno muertos en la insurrección subió a 240, explicaron funcionarios el miércoles. Al menos 24 golpistas fueron asesinados.
El Consejo de Seguridad Nacional de Turquía —el principal ente asesor en temas de seguridad— celebra una reunión extraordinaria antes de una reunión del gobierno prevista para el miércoles, tras la cual se anunciará una "importante decisión", según Erdogan.
Turquía pide a Washington que extradite a Gulen, que se autoexilió a Pennsylvania a finales de la década de 1990 y a quien el gobierno acusa de estar detrás de una "organización terrorista paralela".
Erdogan planteó la demanda en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, President Barack Obama, y su vocero explicó que el gobierno está preparando una petición formal de extradición para Gulen. Pero también sugirió que Washington no debería requerir pruebas antes de deportarlo.
Más tarde, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que Ankara remitió materiales relacionados con Gulen que estaban siendo revisados para ver si suponían una petición formal de extradición. La decisión sobre la posible deportación se realizará en base al acuerdo vigente entre ambos países y no la tomará Obama.
Gulen ha negado con contundencia los cargos de que lo acusa Turquía, sugiriendo que el intento de golpe de Estado estuvo preparado como pretexto para que Erdogan endurezca su control del país.