Edimburgo, 15 de julio, 2016 (Reuters). La primera ministra británica, Theresa May, viajó a Edimburgo el viernes para discutir las implicancias del "Brexit" para Escocia con Nicola Sturgeon, jefa del Gobierno pro independentista escocés.
La decisión de May de visitar a Sturgeon en su propio territorio menos de 48 horas después de asumir su mandato remarca su determinación de mantener a Escocia dentro de Reino Unido, después de que el referendo en que los británicos optaron por salir de la Unión Europea volvió a poner sobre la mesa el tema de la independencia.
Escocia votó por 62 por ciento contra 38 por ciento por permanecer en la Unión Europea en el referendo del 23 de junio, mientras que el resultado en Reino Unido en su conjunto fue de 52 por ciento contra 48 por ciento por abandonar el bloque.
Sturgeon afirma que los escoceses no deben ser sacados de la Unión Europea en contra de su voluntad y que explorará todas las opciones para impedir que eso ocurra, incluyendo un segundo referendo sobre independencia del resto de Reino Unido.
"Creo con todo mi corazón en Reino Unido, el precioso vínculo entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte", comentó May en un comunicado.
"Esta visita a Escocia es la primera como primera ministra y voy hoy para mostrar mi compromiso en la preservación de esta unión especial que ha durado siglos", agregó.
Sturgeon afirmó que su trabajo era proteger los intereses de Escocia.
"Respeto la forma en que votó la gente en otras parte de Reino Unido. Espero que la primera ministra respete la forma en que votó Escocia", declaró Sturgeon, citada por el diario The Herald de Glasgow.
El ministro británico para Escocia, David Mundell, dijo que no debería haber un segundo referendo de independencia. "No veo intención alguna en Escocia para tener un segundo referendo de independencia", dijo Mundell a la radio de la BBC.
Los escoceses rechazaron la idea de independizarse de Reino Unido en un referendo en 2014 por 55 por ciento contra 45 por ciento, pero desde entonces el Partido Nacional Escocés de Sturgeon ha cobrado fuerza y en una elección de 2015 obtuvo 56 de los 59 escaños de Escocia en el Parlamento británico.