Cleveland, (Notimex).- Las Convenciones Nacionales del Partido Demócrata y del Republicano de Estados Unidos nacieron en 1832 como una arena para debatir las plataformas políticas, forjar alianzas y elegir a su candidato presidencial.
En 1924 la nominación del demócrata John Davis fue escenario de maratónicos discursos y requirió 103 vueltas de votación para lograr la mayoría; y en 1976 el republicano Gerald Ford venció a un exactor de Hollywood, Ronald Reagan, por apenas 113 votos de diferencia.
Pero en la era moderna de la televisión y las redes sociales, las convenciones dejaron de ser un foro de debate o de la selección del nominado, para convertirse en un “reality show” para la televisión, con música, baile y un desfile de personalidades.
El horario estelar de los principales oradores es nocturno, en coincidencia con la mayor proporción de la teleaudiencia, aún cuando las cadenas televisivas han dejado de transmitir el evento en su totalidad desde al menos la década pasada.
Para la Convención Republicana de Cleveland se generó la expectativa inicial de que el foro recuperaría su misión original como una arena de debate político en caso de que ninguno de los 17 aspirantes originales obtuviera la mayoría.
Sin embargo, el elemento de incertidumbre se perdió cuando el magnate de los bienes raíces Donald Trump aseguró la nominación presidencial y se disipó la posibilidad de que su más cercano rival, el cubanoamericano Ted Cruz, montara una disputa en el seno de la convención partidista.
Para el politólogo Stephen Hess de la Institución Brookings, es posible que las convenciones estén perdiendo su utilidad real, aún cuando en todos los casos brindan un pequeño impulso en las encuestas a los nominados.
“¿Será esta una convención interesante, será útil o será una convención de protestas, de disturbios? ¿De qué manera beneficiará eso a los candidatos y al público estadunidense?”, se pregunta.
En 1968, un año de manifestaciones tras el asesinato del líder del movimiento por los derechos civiles Martin Luther King, los disturbios marcaron a la Convención Demócratas de Chicago.
Treinta y seis años después, la Convención Republicana de Nueva York, donde fue reelecto George W. Bush para un segundo mandato, fue opacada por manifestaciones multitudinarias contra la guerra en Irak, mayormente pacíficas.
Para la Convención Republicana de Cleveland, que inicia este lunes 18, se esperan sendas movilizaciones a favor y en contra de la candidatura presidencial de Donald Trump. Entre los grupos a manifestarse figura el Nuevo Partido de las Panteras Negras y The Oath Keeper.
Aunque la policía designó una zona especial para las protestas callejeras, varios de los grupos han advertido que ignorarán a las autoridades.
La Convención Demócrata de Filadelfia, que iniciará el lunes 25 de julio, no será la excepción y están previstas movilizaciones de los partidarios de Bernie Sanders, así como de activistas a favor de la igualdad económica y social.