WESTFIELD, Indiana, EE.UU. (AP) -- A los partidarios de Donald Trump les encantaba la idea de que se costease solo su campaña presidencial. Pero no parece molestarles mucho el que el magnate busque ahora donaciones, igual que sus rivales, a los que alguna vez describió como "títeres" de los ricos.
Una nueva encuesta de la Associated Press-GfK indicó que el 63% de los partidarios de Trump dicen que siguen sintiéndose más inclinados a apoyar a alguien que financia su campaña con dinero propio. Pero solo el 13% considera problemático el que Trump haya cambiado de parecer, y casi todos estiman que, en todo caso, no es algo demasiado grave.
¿Cómo se explica que la gente tenga convicciones tan firmes en torno a la postura inicial de un candidato y no se sienta molesta cuando cambia de parecer?
Algunos partidarios del aspirante republicano a la presidencia dijeron este fin de semana en un acto cerca de Indianápolis que no sería justo que Trump gaste su propio dinero para enfrentar a Hillary Clinton, la casi segura candidata demócrata, que se propone recaudar 1.000 millones de dólares para su campaña.
"Fue emocionante ver que alguien gastaba su propio dinero y no dependía de los cabilderos", afirmó Maxwell Nugent, de 18 años y quien votará por primera vez en noviembre. "Le da un valor especial al pedido que hace a quienes lo apoyaron para que aporten dinero a su campaña".
Trump lleva invertidos unos 50 millones de dólares de su propio bolsillo en su campaña, la mayor parte a través de préstamos personales que, según dice, no intentará recuperar. Pero hace dos meses puso en marcha una operación de recaudación de fondos que ya ha reunido más de 51 millones de dólares.
Otros de los asistentes al acto en Indiana dijeron que les preocupa un poco el que Trump esté recaudando fondos, pero al mismo tiempo aseguraron confiar en que no modificará sus posturas para complacer a los donantes.
"Un elemento importante para mí es que, dado que es un multimillonarios, no necesita ser comprado", expresó Diane Martínez, quien vive en Westfield, Indiana.
Trump ha dicho que lamenta la influencia que tienen personas como Sheldon Adelson y los hermanos Charles y David Koch, que donan fortunas a los republicanos.
Sin embargo, está desarrollando una relación con Adelson.
Los hermanos Koch, en cambio, dicen que no planean apoyar a Trump.
A los estadounidenses les inquieta la cantidad de dinero invertido en la política. Una encuesta de AP-NORC de noviembre del 2015 indicó que 8 de cada 10 estadounidenses, tanto demócratas como republicanos, creen que los aportes que se hacen a las campañas influyen en las decisiones de los funcionarios electos.
"Es imperioso que haya una reforma", sostuvo Victor Wakley, otro asistente al acto de Indiana. "Me gustó mucho el que (Trump) pagase de su propio bolsillo y me preocupa un poco el que ahora no lo haga".
Para el demócrata Bernie Sanders, quien pidió solo sumas pequeñas a través de la internet y no hizo campañas formales de recaudación de fondos, la reforma a las normas que rigen la financiación de las campañas era una de sus prioridades. Clinton también promete hacer fuerza para poner fin a las donaciones ilimitadas a través de comités de acción política, los famosos "super PACs", aunque por ahora explota al máximo esa herramienta.
Trump ha dicho que los "super PACs" son "corruptos", pero no tiene propuestas formales para el financiamiento de las campañas. Y ha dejado de hablar del efecto corrosivo del dinero en las campañas desde que empezó a solicitar donaciones.
La encuesta AP-GfK, realizada online entre el 7 y el 11 de julio, abarcó a 1.009 adultos. El margen de error es de 3,3 puntos. News from The Associated Press