Tokio, 8 de agoto, 2016 (Reuters). El emperador japonés Akihito, de 82 años, dijo el lunes en un excepcional mensaje de video dirigido a la nación que le preocupaba que la edad pudiera dificultarle llevar a cabo plenamente sus obligaciones, unas declaraciones que sugieren que el líder quiere abdicar al trono.
La cadena pública NHK dijo el mes pasado que Akihito, que se ha operado de corazón y ha recibido tratamiento para el cáncer de próstata, quería abdicar en pocos años, algo que no tendría precedentes en el Japón moderno.
Otrora considerado divino, el emperador se define en la Constitución como un símbolo del Estado y la unidad del pueblo, y no tiene ningún poder político.
Akihito no llegó a decir abiertamente que quería abdicar, lo que podría interpretarse como una interferencia en la política.
"Cuando veo que mi estado físico está empeorando poco a poco, me preocupa que pueda ser difícil para mí para llevar a cabo mis funciones como el símbolo del Estado con todo mi ser, como he hecho hasta ahora", dijo.
Akihito asumió el trono en 1989 después de la muerte de su padre, Hirohito, en cuyo nombre Japón combatió la Segunda Guerra Mundial. Ha buscado cerrar las heridas de la guerra en Asia durante viajes al extranjero e intentó llevar la monarquía más cerca del pueblo.
Expertos dicen que Akihito siente fuertemente que el pleno desempeño de sus tareas es integral a su rol constitucional.
Las encuestas muestran que la gran mayoría de los japoneses simpatizan con el deseo del emperador de retirarse, pero eso necesitaría cambios en la ley.