LAS VEGAS (AP) -- Ya habían pasado más de dos horas de que debía concluir el horario de votación anticipada en una tienda mexicana de comestibles en Las Vegas y las últimas personas seguían saliendo todavía a cuentagotas después de votar junto a montones de chiles secos, hileras de piñatas y aguas de horchata.
Isabel García y sus dos pequeños hijos se formaron unas dos horas en una fila que en un momento llegó a serpentear varias veces frente al supermercado en este vecindario con fuerte presencia hispana. Promotores demócratas bromeaban en Twitter que Donald Trump finalmente iba a conseguir su muro: una multitud de personas de Nevada que están decididas a votar contra él.
"Es mucho más personal que otras elecciones", dijo García, de 36 años, y quien trabaja en un restaurante. "Tengo el poder de mi voz, por eso saldré y votaré por las personas que no pueden hacerlo".
La fuerte participación en el vecindario y la ventaja de 6% para los demócratas durante el periodo de votación anticipada que concluyó el viernes suceden en medio de un enorme esfuerzo para convertir a la considerable población hispana de Nevada en un "muro" político que aleje la victoria para Trump y otros republicanos.
Los hispanos representan casi 28% de la población en este estado clave, pero tienden a votar menos que otros grupos. Su baja participación es una de las razones por las que los republicanos ganaron en las elecciones estatales de 2014.
"Realmente es cuestión de exponerlo ante nuestra comunidad y ver qué tenemos y lo que podemos perder si no vamos a votar", dijo Emily Zamora, coordinadora de iAmerica en Nevada.
El grupo de Zamora, cuyo trabajo incluye familiarizar a los nuevos ciudadanos con las máquinas para votar, es parte de un conjunto de sindicatos y organizaciones de activistas que desde hace meses trabajan juntos para convertir a migrantes en ciudadanos, a ciudadanos en electores y a electores en personas que verdaderamente se presenten a sufragar.
El gremio Culinary Union, con fuerte presencia de migrantes y que representa a unos 57.000 trabajadores en la industria de los casinos, ayudó a organizar talleres a comienzos del año para que 2.000 personas pudieran nacionalizarse.
Una de ellos fue Enriqueta Burciaga de Lucero, de 88 años. Esta abuela originaria de un pueblo en el estado mexicano de Durango votará por primera vez después de vivir en Estados Unidos desde hace 30 años. Aprobó su examen para obtener la ciudadanía justo a tiempo para votar por Hillary Clinton.
"He visto en televisión que él es malo", dijo sobre Trump, "y la mujer es buena y ayuda a las personas".
Los republicanos han tratado de abrirse camino a través de organizaciones como Libre Initiative, que promueve conceptos conservadores entre los votantes electores como las opciones escolares, y emite anuncios en español donde retratan a Clinton como corrupta. Un sondeo de Latino Decisions de finales de septiembre e inicios de octubre mostró que el partido se ha ganado una fracción de la base electoral hispana de Nevada, incluyendo un 17% que planea votar por el candidato presidencial republicano.
"No puedo esperar para que construya el muro", dice Blanca Murphy, inmigrante salvadoreña de 33 años y partidaria del magnate. "Él no me va a mandar de regreso; tampoco a mi mamá. Él busca a los que están destruyendo a este país".
Pero en general, la retórica de Trump de construir un muro parece que despertó a un gigante dormido en Nevada y sus casi 198.000 electores latinos. Uno de ellos es Noemi Guigui, cuyo padre podría ser deportado y quien ve una presidencia de Trump "muy escalofriante". News from The Associated Press