26 de octubre, 2016 — La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles de manera rotunda una resolución que solicita el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
En esta ocasión, el documento obtuvo el apoyo de 191 de los 193 Estados miembros. En los 25 años consecutivos en los que se ha hecho esa petición, la Asamblea presenció por primera vez la abstención de Estados Unidos e Israel.
Al adelantar durante el debate la abstención de su país, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, afirmó que el proyecto propuesto era un ejemplo perfecto de por qué la política de su país de aislar a Cuba no funcionaba y cómo esta socavaba los objetivos que se proponía.
“En vez de aislar a Cuba, como el presidente Obama ha dicho en varias ocasiones, nuestra política ha aislado a Estados Unidos, incluyendo en este foro”, dijo la diplomática.
En sus palabras, Power reconoció aspectos positivos y negativos de la sociedad cubana y subrayó que la abstención no significa que su país esté de acuerdo con todas las políticas y prácticas del Gobierno cubano.
El texto aprobado reconoce los progresos en las relaciones bilaterales y reitera la exhortación a todos los Estados a abstenerse de promulgar medidas como el bloqueo, que son contrarias a la Carta de Naciones Unidas, y a abolirlas lo antes posible, en caso de ejecutarlas.
Al presentar la resolución, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, reconoció lo avanzado entre los dos países y agradeció algunos pronunciamientos de la diplomática estadounidense, pero advirtió que el bloqueo sigue vigente con todo su impacto negativo sobre los cubanos.
“Es necesario juzgar por los hechos. Lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala”.
El canciller señaló que la abstención de Estados Unidos de ninguna manera implica que la isla no continúe el ejercicio de solicitar la discusión del tema en la Asamblea.
Esa medida, subrayó, sigue siendo una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos y califica como acto de genocidio a tenor de la convención de la ONU sobre el tema.
Al concluir su intervención, el canciller cubano expresó que seguramente la abstención de Washington ayudará a mejorar los vínculos y agradeció a los numerosos Estados que durante la jornada expresaron solidaridad con su país.