WASHINGTON (Reuters) - El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, recibió el lunes duras críticas de demócratas, grupos de derechos y hasta de republicanos, que dijeron que el nombramiento del conservador Stephen Bannon como estratega jefe llevaría al movimiento nacionalista blanco a los más altos estratos de la Casa Blanca.
La designación el domingo de Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano y amigo del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, podría ayudar a mejorar las tensas relaciones de Trump con la dirigencia de su partido.
Pero Trump también sumó a sus filas como asesor principal y estratega a Bannon, un fiero crítico de Ryan que lideró la conversión del sitio de internet Breitbart News en un foro de la derecha alternativa ("alt-right"), una imprecisa confederación en internet de neonazis, supremacistas blancos y antisemitas.
Bannon y Priebus son "líderes altamente cualificados" que trabajarán "como iguales para transformar al Gobierno federal", señaló Trump en un comunicado.
Los demócratas mostraron su irritación por la elección de Bannon, al que calificaron como un promotor del racismo y la misoginia apoyado por el grupo supremacista blanco Ku Klux Klan.
"Es fácil ver por qué el KKK considera a Trump como su paladín cuando nombra como su asesor principal a uno de los principales defensores de los temas y la retórica supremacista blanca", señaló en un comunicado Adam Jentleson, un portavoz del líder demócrata en el Senado, Harry Reid.
El congresista Adam Schiff dijo que el nombramiento de Bannon no fue sorprendente, aunque sí alarmante. "Sus puntos de vista 'alt-right', antisemitas y misóginos no tienen cabida en la Casa Blanca", señaló en su cuenta de Twitter.
En entrevistas televisivas matinales el lunes, Priebus defendió a Bannon como un ex oficial naval inteligente y educado, al tiempo que afirmó que no ha sido testigo de las visiones extremistas o racistas que le achacan sus críticos.
"Fue una fuerza de bien en la campaña", señaló Priebus en Fox News, agregando que estuvieron de acuerdo "en casi todo" en lo referente a las asesorías al presidente electo.
Los partidarios de línea dura del magnate, que contaban con que mantendría su promesa de campaña de que "vaciaría la ciénaga" de personajes tradicionales de Washington, podrían decepcionarse con la elección de Priebus como jefe de gabinete, guardián y responsable de la agenda del mandatario.
Desde su triunfo, Trump ha suavizado una de sus principales promesas de campaña de construir un muro a lo largo de la frontera con México para mantener fuera a los inmigrantes ilegales. En una entrevista con el programa "60 Minutes" de CBS el domingo, dijo que aceptará partes valladas en lugar de cemento y ladrillos. Reuters