WASHINGTON (AP) -- El presidente Donald Trump usó rápidamente el viernes sus recién estrenados poderes en la Casa Blanca, promulgando una iniciativa de ley a fin de permitir que el general jubilado James Mattis sirva como su secretario de Defensa. Trump también firmo otros documentos de nominación para allanarle el camino a sus designados en el gabinete.
Menos de una hora después de terminar su discurso de investidura, Trump se sentó en una habitación ornamentada a unos pasos del pleno del Senado y firmó una serie de documentos con los que inició formalmente su administración.
Flanqueado por el vicepresidente Mike Pence y los líderes del Congreso, elogió a cada uno de sus nominados mientras firmaba los papeles y entregaba los bolígrafos que usaba. Esos intercambios le permitieron bromear con sus nuevos rivales en el Congreso, incluido el líder demócrata en el Senado Chuck Schumer y la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Trump firmó también una proclamación declarando el día nacional del patriotismo, según un tuit del nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
El proyecto de ley aprobado la semana pasada por el Congreso otorga a Mattis una excepción única de la ley federal que prohíbe a los exmiembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos que han estado fuera de servicio por menos de siete años ocupar algún puesto importante en el Pentágono.
La restricción busca preservar el control civil frente a los militares. Mattis, de 66 años, se retiró del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos en 2013.
La ceremonia de firma capturó los primeros actos de Trump como presidente. No quedó claro por el momento si habría otros el viernes más tarde.
Trump realizó su campaña presidencial con una detallada y extensa lista de cosas por hacer en su primer día en el cargo. Poco antes de su juramentación presidencial, su equipo estaba siendo cuidadoso con respecto a cuándo y cómo planea cumplir esos compromisos.
Mientras ha ido ensamblando su nuevo gobierno, Trump ha dado marcha atrás en cuanto a la velocidad prometida para algunos cambios y ha minimizado la importancia de enfoques rápidos sobre asuntos complejos que podrían involucrar negociaciones con el Congreso o líderes extranjeros, pero en otros asuntos ha ratificado su plan y ha indicado que podrían anunciarse políticas significativas en las primeras horas y días de su gobierno.
El jueves, el vocero de la transición, Sean Spicer, dijo que Trump emitiría pronto dos órdenes ejecutivas sobre comercio. En su lista del primer día, Trump dijo que declararía formalmente la intención de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) de 12 naciones, un pacto comercial al que se opuso enérgicamente durante su campaña, al considerarlo en detrimento de los negocios y trabajadores estadounidenses. Prometió además declarar su intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, de 23 años de existencia, o de retirarse del acuerdo.
"Pienso que veremos ocurrir eso muy pronto", dijo Spicer.
Otros asuntos a los que presumiblemente se les dará prioridad son: proponer una enmienda constitucional para imponer límite a los períodos de los congresistas, congelar contrataciones de empleados federales y comenzar a deportar a inmigrantes que sean delincuentes y vivan en el país sin permiso.
La lista incluye "cancelar cada acción ejecutiva inconstitucional, cada memorándum y orden emitida por el presidente Obama". Dadas las objeciones de Trump a muchas políticas de Obama, esa categoría podría involucrar algunos cambios drásticos.
Entre esos estaría la cancelación de la suspensión temporal de las deportaciones de los llamados dreamers, los jóvenes que residan sin autorización legal y que llegaron a Estados Unidos siendo niños, la cual protege a aproximadamente 750.000 personas. El programa ofrece además a esos inmigrantes permisos de trabajo.
Si cumple su promesa de terminar el programa, Trump podría cancelar inmediatamente la protección contra deportación y revocar los permisos de trabajo, o podría optar por bloquear nuevas inscripciones al programa y permitir que quienes ya fueron aprobados conserven sus permisos de trabajo hasta que expiren.
Trump ha dicho que planea enfocarse en aplicar primero la ley de inmigración a delincuentes, un grupo que dijo podría incluir a entre dos y tres millones de personas.
Trump prometió también "sacar a extranjeros delincuentes en el primer día" en operaciones con autoridades locales, estatales y federales. Esa promesa será más difícil de cumplir en sus primeros días en la presidencia. Algunas jurisdicciones en varias partes del país objetaron ayudar a aplicar la ley federal de inmigración.
Además enfrentará una escasez de espacio carcelario. El gobierno tiene dinero suficiente para mantener 34.000 personas en cárceles de inmigración y ha detenido recientemente a más de 40.000 personas debido al aumento de inmigrantes arrestados en la frontera mexicana el año pasado. AP