Manchester (R.Unido), 23 may (EFE).- Los ciudadanos de Manchester intentan hoy volver, aunque muy consternados, a su actividad habitual tras el atentado cometido anoche en un céntrico estadio, que causó 22 muertos, entre ellos niños, y 59 heridos.
El ambiente que se respira es de tensa calma en esta urbe de unos 530.000 habitantes, mientras progresa la investigación policial para esclarecer los detalles del atentado "más atroz" en la historia de la ciudad.
Según pudo constatar Efe, la Policía mantiene acordonados los alrededores del estadio y de la estación, donde los viandantes han comenzado a depositar ramos de flores en memoria de las víctimas.
Varias personas siguen desaparecidas tras el ataque, en el que un presunto terrorista suicida detonó un explosivo casero después de un concierto en el estadio Manchester Arena de la cantante estadounidense Ariana Grande, popular entre adolescentes.
Según los últimos datos, el autor, que murió en la explosión, pudo activar la bomba en el vestíbulo que conecta ese recinto cubierto con la estación de trenes de Victoria, que hoy sigue parcialmente suspendida su actividad.
El comisario de la Policía del Gran Manchester, Ian Hopkins, ha calificado el suceso como "el más atroz" que la ciudad jamás ha afrontado, y precisó que los agentes intentan establecer si el terrorista actuaba solo.
El cuerpo policial ha puesto a disposición del público un centro de atención en el estadio Etihad, para ayudar en la localización de personas extraviadas.
Los residentes de Manchester han ofrecido a través de las redes sociales alojamiento a las personas sin casa en la ciudad o que aún buscan a seres queridos, mientras que varios hoteles ofrecen también cobijo.
El recién elegido alcalde de Manchester, Andy Burnham, dijo hoy que la ciudad "seguirá adelante unida".
"Así somos. Esto es lo que hacemos. No ganarán", afirmó el político laborista. EFE Mayo 2017 10:43