"Los días del EI en Irak están contados", aseguró el enviado especial de Naciones Unidas para Irak, Jan Kubis, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad.
Kubis dijo que las operaciones para expulsar a los yihadistas de su feudo de Mosul están cerca de completarse y aseguró que la "liberación" de la ciudad es "inminente".
Desde que el pasado octubre las fuerzas iraquíes comenzaron la campaña de Mosul, unas 700.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares y, de ellas, solo una quinta parte han podido regresar hasta ahora.
El diplomático subrayó que el retorno de los desplazados debe ser una prioridad para Irak, tanto en Mosul como en otras zonas, y reconoció que la ONU está preocupada por los retrasos en ese proceso.
En Mosul, la organización calcula además que quedan unos 200.000 civiles en las pocas áreas de la ciudad aún bajo control del EI, que también podrían convertirse en desplazados.
Esas personas, dijo Kubis, sufren por la falta de agua y de comida y sus vidas corren peligro en medio de los combates.
Para la ONU, además de apoyar a Irak para culminar con éxito su campaña contra los yihadistas, la comunidad internacional debe garantizar ayuda al país en la fase siguiente, de estabilización y rehabilitación. EFE Internacionales
