MANCHESTER, Inglaterra, 23 mayo (Reuters) - Al menos 19 personas murieron y 50 resultaron heridas por una explosión el lunes al final de un recital de la estrella pop Ariana Grande en la ciudad británica de Manchester, y dos funcionarios estadounidenses dijeron que sospechan de un atacante suicida.
La primera ministra Theresa May sostuvo que el incidente está siendo tratado como un acto terrorista. Si se confirma, sería el peor ataque de militantes en Gran Bretaña desde que cuatro musulmanes británicos causaron la muerte de 52 personas en actos coordinados con bombas contra el sistema de transporte de Londres en julio del 2005.
La policía respondió a reportes de una explosión a alrededor de las 22.35 hora local (2135 GMT) en el Manchester Arena, con capacidad para 21.000 personas y en el que Grande cantó para una audiencia que incluía muchos niños.
"Hasta ahora se ha confirmado la muerte de 19 personas, con alrededor de otras 50 heridas. Esto está siendo actualmente tratado como un incidente terrorista hasta que la policía determine lo contrario", dijo la policía del Gran Manchester en un tuit.
Una testigo que fue al show dijo a Reuters que sintió una gran explosión cuando abandonaba el lugar y luego escuchó gritos y vio a miles de personas corriendo tratando de salir.
"Estábamos saliendo, nos encontrábamos junto a la puerta cuando se produjo una gran explosión y todo el mundo estaba gritando", relató Catherine Macfarlane. "Fue una gran explosión. Lo sentí en el pecho. Fue caótico. Todo el mundo corría y gritaba y trataba de salir del lugar".
Un portavoz del sello de Ariana Grande, de 23 años, dijo que la artista "está bien".
Un video publicado en Twitter mostraba a seguidores de Grande, muchos de ellos jóvenes, gritando y huyendo del lugar. Decenas de padres buscaban desesperadamente a sus hijos, publicando fotos y pidiendo información en las redes sociales.
May, quien afronta una elección en dos semanas y media, dijo que sus pensamientos están con las víctimas y sus familias. "Estamos trabajando para establecer todos los detalles de lo que la policía trata como un ataque terrorista terrible", sostuvo la funcionaria en un comunicado.
Nadie se adjudicó la responsabilidad de inmediato, pero funcionarios estadounidenses trazaron paralelos con los ataques coordinados de noviembre de 2015 de militantes islamistas en el salón de conciertos Bataclan y otros sitios de París, que dejaron 130 muertos.
Dos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que los primeros indicios apuntan a que un atacante suicida fue el responsable del hecho.
"La elección de una sede, el momento y el modo del ataque sugiere que esto fue un acto terrorista", sostuvo por su parte un funcionario de contraterrorismo estadounidense que también pidió que su nombre no fuera revelado.
Gran Bretaña se encuentra en el nivel de alerta "severo", el segundo más alto, lo que significa que un ataque de militantes es considerado altamente probable.
En marzo, un auto arrolló a varios transeúntes y un hombre apuñaló a un policía cerca del Parlamento de Londres, hechos en los que cinco personas murieron y otras 40 resultaron heridas.
Paula Robinson, de 48 años, dijo que estaba en la estación de trenes al lado del recinto cuando sintió la explosión y vio a decenas de adolescentes huir del lugar.
Robinson llevó a decenas de niñas a un Holiday Inn Express cercano y tuiteó su número de teléfono para que los padres se pusieran en contacto con ella. Agregó que desde ese momento su celular no dejó de sonar. Reuters