MADRID (Reuters) - El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, desveló el sábado que ha propuesto al Senado el cese del gobierno catalán al completo, el control del Parlament regional y elecciones anticipadas en la región en un plazo inferior a los seis meses.
Ante la amenaza de que el Parlament catalán cumpla su amenaza de votar la declaración unilateral de independencia, Rajoy ha optado por una aplicación rigurosa del artículo 155 de la Constitución previsto para el supuesto de que una comunidad no cumpla sus obligaciones o las leyes.
Ante la atenta mirada de la plana mayor de su gobierno, Rajoy aseguraba en rueda de prensa el sábado que se ha visto "obligado" a aplicar las medidas "en contra de nuestro deseo e intención" para restaurar el orden constitucional, asegurar la neutralidad institucional, garantizar los servicios y la actividad económica y preservar los derechos de los ciudadanos.
Las medidas, que cuentan con el respaldo de PSOE y Ciudadanos - junto con el gobernante Partido Popular suman 254 de los 350 diputados de la Cámara Baja nacional - habrán de ser refrendadas en el Senado, donde el PP tiene además mayoría absoluta.
"El gobierno español ha dado un golpe de estado contra una mayoría legal y democrática", dijo en su cuenta de twitter Marta Rovira, diputada de Esquerra Republicana.
Rajoy, que aseguró que las medidas "no suponen una intervención de la autonomía", dijo que los distintos ministerios nacionales asumirán las competencias de los consejeros cesados, lo que probablemente incluirá la policía regional o los medios públicos.
"Las funciones que antes tenía la Generalitat ahora pasan a tenerlas los nuevos gestores", dijo Rajoy, que también blindará el Parlament para tener derecho de veto.
¿MIEDO O RESPONSABILIDAD?
"El único temor que se puede tener en una situación como ésta es no cumplir con tu obligación", dijo Rajoy preguntado sobre si no temía que la decisión provocase un aumento de las ya importantes protestas en la región.
Rajoy destacó la importancia económica de las pretensiones independentistas asegurando que una hipotética independencia "empobrecería" la economía regional entre un 25 y un 30 por ciento.
Tras lamentar datos "preocupantes" para la economía como la fuga de "más de 1.000 empresas" de la región, "la desincentivación de la inversión" y la "desmotivación del turismo", Rajoy dijo que las medidas de excepción permitirán recuperar la normalidad y animó a que no haya más cambios de sedes ni fugas de depósito Rajoy
