CARACAS/BOGOTÁ (Reuters) - El veterano líder opositor venezolano Antonio Ledezma, que estaba bajo arresto domiciliario desde 2015 acusado de conspirar contra el Gobierno socialista, llegó el sábado a Madrid procedente de Colombia, donde había huido el viernes por la frontera.
Con las elecciones presidenciales de 2018 en ciernes, varias importantes figuras de la oposición venezolana se encuentran en el exilio, detenidas o inhabilitadas para ocupar cargos. Dicen que Maduro ha convertido a Venezuela en una dictadura, mientras que el gobierno les acusa de unirse a un complot internacional liderado por Estados Unidos para derrocarlo.
“Yo no me fugué. Los presos políticos no se fugan, los presos políticos de conciencia se liberan a sí mismos”, dijo Ledezma a periodistas a su llegada a Madrid a primera hora del sábado.
Fue aplaudido por una pequeña multitud congregada en el aeropuerto de Barajas, entre ella su esposa, dos hijas y el expresidente colombiano Andrés Pastrana. Sus seguidores cantaron el himno venezolano.
“Voy a dedicarme a recorrer el mundo, voy a contribuir en el exilio a hacer una extensión de la esperanza de los venezolanos de salir de este régimen, de esta dictadura”, declaró.
Ledezma dijo que mantendría una reunión con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, este mediodía en el Palacio de la Moncloa.
Detenido cuando era alcalde metropolitano de Caracas, Ledezma, de 62 años, es el político opositor a Maduro más conocido después de Leopoldo López.
Dijo que había superado los 29 controles policiales y del ejército durante un viaje clandestino por tierra que mantuvo en secreto a sus seres queridos.
“Les pido a mi esposa e hijas que entiendan. Han sufrido largas horas de angustia sin saber dónde estaba”, dijo a periodistas en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, tras cruzar un puente desde San Antonio en Venezuela.
“¡Bienvenido a la libertad!”, tuiteó el expresidente Pastrana, cercano a la oposición de Venezuela y las familias de otros activistas encarcelados.
En agosto, la justicia venezolana había acusado a Ledezma de intentar huir de su casa en Caracas, dónde estaba recluido por motivos de salud, y le envió a una cárcel militar, pero días después le devolvió a su domicilio.
Maduro se ha burlado de él calificándolo de “El Vampiro” y ha sido acusado por las autoridades de ayudar a manifestantes violentos, entre ellos los oficiales militares disidentes que tramaban derrocar al presidente a través de ataques aéreos. Ledezma niega esas acusaciones.
“Espero que nunca lo envíen de vuelta, pueden quedarse al Vampiro”, dijo Maduro el viernes por la noche. Ledezma