WASHINGTON (AP) — Los republicanos se preparaban para defender su gran reforma fiscal en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, mientras el presidente, Donald Trump, les instaba a conseguir una necesitada victoria legislativa y los líderes republicanos de la cámara afirmaban con confianza que tenían los votos para ello.
Pero la propuesta encontró un obstáculo el miércoles cuando el senador Ron Johnson de Wisconsin se convirtió en el primer senador republicano en decir que se opone a la legislación fiscal, una iniciativa que se ha convertido en algo imprescindible para su partido. Eso auguró posibles problemas para los líderes republicanos.
La aprobación de un paquete similar parecía asegurada el jueves en la Cámara de Representantes, donde un puñado de disidentes admitieron que esperaban que fuera aprobada por un partido ansioso por cobrarse su primera victoria legislativa importante del año.
“Gran votación mañana en la Cámara de Representantes. ¡Las rebajas de impuestos se acercan!”, proclamó Trump el miércoles por la noche en un tuit. “¿Por qué se resisten los demócratas a enormes rebajas de impuestos para la clase media y las empresas (empleos)? El motivo: ¡obstrucción y demora!”.
Trump tenía previsto visitar el jueves a los legisladores republicanos en el Capitolio, en lo que probablemente sería una charla de motivación y no una misión de rescate. Deseosos de actuar antes de que los grupos de oposición pudieran sembrar la duda entre las filas republicanas, los líderes del partido en el gobierno estaban centrados en entregar a Trump el primer logro importante de su presidencia para Navidad.
Los planes de las dos cámaras cambiarían del 35% al 20% los impuestos a las empresas, bajarían las tasas de impuestos a los ingresos y reducirían algunas deducciones, añadiendo casi 1,5 billones de dólares al déficit federal de la próxima década. Los republicanos prometieron bajar los impuestos para millones de familias y empresas, que de esa forma tendrían más dinero para crear empleo.
Los demócratas afirmaron que los principales beneficiados de las medidas serían las personas con ingresos altos y las corporaciones. En el Comité de Finanzas del Senado, centraron sus ataques en dos cláusulas diseñadas por los republicanos para aumentar los ingresos del estado.
Una revocaría un requisito de la ley sanitaria del expresidente Barack Obama, que indica que la gente debe contratar un seguro o pagar una multa. La Oficina Presupuestaria del Congreso, un órgano no partisano, estima que eso dejaría unos 13 millones de personas adicionales sin cobertura médica para 2027. La otra cláusula pondría fin a las rebajas de impuestos a los ingresos de particulares en 2026, al tiempo que hace permanentes las reducciones a los impuestos corporativos.
El comité financiero, de mayoría republicana, parecía encarrilado para aprobar la propuesta esta semana, tras descartar las propuestas demócratas para modificar la ley.
Pero si la cúpula republicana quiere aprobar el texto en el Senado a principios del mes que viene, quizá deba considerar las objeciones de Johnson y otros legisladores.
Los republicanos controlan el Senado por 52-48 y podrían aprobar la propuesta con 50 votos y el apoyo del vicepresidente, Mike Pence, para romper el empate. Es probable que afronten una firme oposición demócrata, de modo que solo pueden perder dos votos republicanos.
Además de Johnson, los senadores republicanos Susan Collins, de Maine; Jeff Flake, de Arizona, y Bob Corker, de Tennessee, no han comprometido aún su apoyo a la reforma. Un senador republicano