MONTREAL/SEÚL/NUEVA YORK (Reuters) - La propuesta de una agencia de la ONU de revisar la seguridad del espacio aéreo de Corea del Norte con el fin de frenar su programa de misiles y, al mismo tiempo, reactivar su tráfico aéreo se ha visto retrasada por las sospechas de Estados Unidos de que pueda infringir las sanciones del organismo internacional, dijeron a Reuters fuentes cercanas al asunto.
En la actualidad, las compañías aéreas toman rutas indirectas para evitar Corea del Norte ante cualquier imprevisto ensayo de misiles, algo que algunos pasajeros de vuelos comerciales han presenciado con anterioridad.
La Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU (OACI) se reunió el año pasado con altos cargos norcoreanos para discutir las aspiraciones de Pyongyang de abrir una nueva ruta que pasaría a través del espacio aéreo surcoreano y permitiría a las aerolíneas internacionales ahorrar combustible y tiempo en sus vuelos.
La OACI había planeado llevar a cabo este año su primera inspección de seguridad aérea en Corea del Norte en más de una década, pero sus planes se han visto retrasados hasta 2020 por la preocupación de Estados Unidos de que incluya el intercambio de tecnología que podría ser utilizada para impulsar el programa armamentístico de Corea del Norte, según las fuentes consultadas, las cuales pidieron permanecer en el anonimato.
“(EEUU) están preocupados porque se trata de tecnología que podría aplicarse a fines militares, a diferencia de la ayuda humanitaria, que podría eludir las sanciones con mayor facilidad”, dijo una de las fuentes a Reuters.
Anthony Philbin, portavoz de la agencia de la ONU, confirmó el aplazamiento. El retraso se debe a que Estados Unidos mantiene presionando con sanciones a Corea del Norte tras una segunda cumbre en Hanoi entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un que tuvo lugar en febrero, la cual acabó sin que se llegara a ningún acuerdo.
La inspección a la seguridad del espacio aéreo y la creación de un grupo de trabajo militar y civil independiente, cuyo inicio estaba previsto para septiembre de este año, fueron concebidos con el fin de frenar la práctica arraigada de Pyongyang de llevar a cabo pruebas balísticas sin previo aviso, según una segunda fuente.
Pero estos esfuerzos no sólo encontraron trabas por parte de Estados Unidos sino también de otros países miembros de la ONU, entre ellos Japón, sobre cuyo territorio Corea del Norte ha ejecutado pruebas de misiles en el pasado, dijo una tercera fuente. El 12 de marzo, días después del fracaso de la cumbre en Hanoi, Estados Unidos comunicó al Consejo de Seguridad de la ONU que no estaba de acuerdo con la creación del grupo de trabajo de la OACI, por considerar que al tratarse de una colaboración en materia de ingeniería y tecnología aeronáutica se precisa de una revisión caso por caso.
En mayo, el Consejo de Administración de la OACI, integrado por 36 miembros, acordó aplazar una solicitud de autorización para el grupo de trabajo en Pyongyang, el cual iba a promover la cooperación civil y militar en materia de seguridad aérea y gestión del espacio aéreo.
La OACI, con sede en Montreal, no puede imponer regulaciones a los estados, pero ejerce influencia a través de sus normas de seguridad que son aprobadas por sus 193 países miembros. Reuters
Imagen de archivo de un peatón pasando frente al edificio de la sede de la Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU (OACI) en Montreal. 16 de junio de 2017. REUTERS/Christinne Muschi.
Imagen de archivo de un peatón pasando frente al edificio de la sede de la Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU (OACI) en Montreal. 16 de junio de 2017. REUTERS/Christinne Muschi.