DAVOS, Suiza, 22 ene (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que preferiría un juicio político más largo para que puedan testificar altos funcionarios antiguos y actuales, pero que su participación generaría problemas de seguridad nacional.
En una conferencia de prensa, Trump dijo que es el Senado el que debe decidir cómo gestionar el proceso, aunque señaló que le gustaría que testificaran el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
“El asunto con John (Bolton) es que es un problema de seguridad nacional”, comentó Trump antes de abandonar el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, para regresar a Washington, donde iban a comenzar los argumentos de apertura del histórico proceso.
“Conoce algunos de mis pensamientos, sabe lo que pienso de los líderes. ¿Qué pasa si revela lo que pienso sobre cierto líder y no es algo muy positivo?”, señaló, agregando que un testimonio de Pompeo también sería un riesgo.
“Podrían llamarlo prerrogativa presidencial”, dijo Trump. “Para mí es seguridad nacional, razones de seguridad nacional. Privilegio ejecutivo”.
Los senadores deben decidir si apartan a Trump del cargo después de que la Cámara de Representantes -bajo control demócrata- decidió el mes pasado someterlo a un juicio político por abuso de poder y obstrucción al Congreso por presionar a Ucrania para que investigara al exvicepresidente demócrata Joe Biden e impedir que el asunto fuera investigado.
Trump dijo también que le gustaría que testificara su jefe de gabinete interino, Mick Mulvaney, pero no tendría mucho más que añadir a sus comentarios en entrevistas televisivas. Asimismo, indicó que apoyaría la presencia en el juicio de su exsecretario de Energía Rick Perry, que le pidió testificar.
“Preferiría que fuera largo”, afirmó, agregando que “se lo dejaré al Senado”. Según dijo, verá el proceso tras abandonar la cumbre. Reuters
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gesticula durante una conferencia de prensa en el 50° Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza. 22 de enero de 2020. REUTERS/Jonathan Ernst.