El Consejo extraordinario de ministros de Asuntos Exteriores trató también las emergencias de Irak y Gaza. Sobre Rusia hubo voces discordantes. Algo que viene rodado desde el jueves. La Comisión Europea prepara más medidas de apoyo a los productores europeos que resulten afectados por el embargo de Rusia a los productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea.
El primer ministro de Hungría, el conservador Viktor Orbán, está en contra de sancionar a Rusia. Ha dicho que buscará socios en la Unión Europea para cambiar las sanciones impuestas a Moscú: “Estoy de acuerdo con el señor Fico en que las sanciones que acordamos los occidentales y la respuesta rusa son más dañinas para nosotros que para los rusos. En política a eso se le llama tirar piedras contra tu propio tejado”.
Coincide así con su homólogo eslovaco, Robert Fico. También cree que las sanciones dañan más a los propios países de la Unión que a Rusia. Eslovaquia teme cortes del gas ruso que le llega a través de Ucrania.
El presidente checo Milos Zeman también se opone a las sanciones a Rusia. Para Zeman el uso de sanciones contra Rusia es ineficaz. Cree que desencadenan una espiral que perjudica a las relaciones económicas y aumenta la desconfianza entre los estados.