El terrorismo es un fenómeno con muchas aristas y para combatirlo debemos ir a las raíces que lo alimentan sin dejar de ajustar estos esfuerzos al respeto de los derechos humanos, dijo hoy el Secretario General de la ONU.
Ban Ki-moon participó en un debate de alto nivel sobre cooperación internacional para el combate al terrorismo y extremismo, organizado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Ban recordó que pese a la lucha contra la amenaza del terrorismo, el número de combatientes de más de 80 países que militan en grupos extremistas en Siria e Iraq sobrepasa los 15.000.
Advirtió que ese tipo de organizaciones han logrado controlar áreas donde viven millones de personas, como ocurre en los casos del ISIS o Da´es, Al-Shabab o Boko Haram.
Agregó que la tecnología y la globalización han facilitado la operación de dichos grupos y les han permitido hacerse de financiamiento ilícito, que incluye el tráfico de recursos naturales y de drogas.
“El extremismo violento es un desafío multidimensional que precisa abordarse con eficiencia desde sus raíces. Por eso, estamos examinando cómo fortalecer las capacidades para el contraterrorismo de las Misiones Políticas y de Mantenimiento de la Paz, así como de los equipos de Naciones Unidas en los países”, apuntó Ban.
El titular de la ONU también aseveró que el flagelo del extremismo no sólo supone desafíos de seguridad sino que afecta la política, la estabilidad y el tejido social de los países y de regiones enteras.
Finalmente, Ban llamó a cerrar filas en la lucha antiterrorista adhiriéndose a la Estrategia Global de la ONU, cumpliendo las resoluciones del Consejo de Seguridad e impulsando el desarrollo en los países asolados por ese flagelo.