AUSTIN, EEUU (Reuters) - Texas encabeza una coalición de 17 estados que demandó el miércoles al Gobierno del presidente Barack Obama por su decreto para aliviar la amenaza de deportación de millones de inmigrantes indocumentados, dijo el fiscal general de Texas, Greg Abbott.
El caso presentado en la Corte Federal del Distrito Sur de Texas sostiene que la orden ejecutiva fue ilegal.
Abbott, un republicano que también es gobernador electo de Texas, agregó que el decreto requiere que las agencias federales "concedan grandes beneficios a individuos cuya conducta contradice las prioridades del Congreso".
De los 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en Estados Unidos, el plan de Obama dejaría que unos 4,4 millones, que son padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales, permanezcan de forma temporal en el país sin la amenaza de la deportación.
"El presidente está abandonando su responsabilidad de hacer cumplir de forma fiel las leyes debidamente promulgadas por el Congreso y está intentando reescribir las leyes de inmigración, algo que no tiene poder para hacer", dijo Abbott.
Muchos de los estados en la coalición son bastiones republicanos como Alabama, Idaho, Mississippi y Utah.
Esta semana en Washington, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, instó a sus correligionarios republicanos a que aprueben la semana próxima una ley de gasto a largo plazo del Gobierno, esperando evitar un cierre del Gobierno, y a que aplacen a 2015 cualquier pelea presupuestaria por el decreto sobre inmigración de Obama.