KIEV (Reuters) - Ucrania anunció el jueves que comenzaría a retirar su artillería del frente de batalla con los separatistas en el este del país, una medida que equivale al reconocimiento de que un cese al fuego que debía entrar en vigencia el 15 de febrero finalmente se está respetando.
Los rebeldes prorrusos estuvieron retirando armamento pesado desde hacía dos días, pero Kiev había esperado, argumentando que los enfrentamientos continuaban.
Sin embargo, el Ejército informó que no se registraron víctimas en el frente por segundo día consecutivo el jueves, la primera vez en que no han muerto soldados desde bastante antes de la fecha en que debía regir el cese al fuego mediado por Francia y Alemania.
La retirada de artillería es el "punto dos" del acuerdo de paz del 12 de febrero alcanzado en la capital bielorrusa de Minsk, por lo que su comienzo equivale al reconocimiento de que el "punto uno" -el cese al fuego en sí mismo- se está cumpliendo.
"Hoy Ucrania comenzó la retirada de armas de 100 milímetros de la línea del frente", dijo el Ejército en un comunicado, agregando que la medida debería ser monitorizada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
"El lado ucraniano demanda un cese al fuego total y la inmediata implementación del acuerdo de Minsk por todos los firmantes. En el caso de cualquier intento de ofensiva, la retirada puede ser revisada", agregó el Ejército. "Las fuerzas ucranianas están completamente preparadas para defender el país", afirmó.
Periodistas de Reuters en Donetsk, una ciudad bajo control rebelde, no escucharon ni un disparo de artillería durante la noche.
Los rebeldes separatistas inicialmente ignoraron la tregua la semana pasada para lanzar una ofensiva que llevó a una de las batallas más grandes de una guerra que ha causado la muerte de más de 5.600 personas.
Pero desde que capturaron la localidad estratégica de Deváltsevo, donde según los rebeldes la tregua no correspondía, han afirmado que ahora pretenden cumplir el cese al fuego.
Los países occidentales denunciaron a los rebeldes y al presidente ruso, Vladimir Putin, quien supuestamente les ha brindado ayuda, por el avance sobre Deváltsevo luego del acuerdo. Pero desde entonces mantienen las esperanzas de que pueda cumplirse, ya que los rebeldes lograron su objetivo.
Luego de que sus tropas debieran retirarse de Deváltsevo, Kiev sostuvo que creía que los rebeldes se estaban preparando para otra ofensiva, y expresó particular temor por la ciudad portuaria de Mariúpol, con 500.000 habitantes.
Los países occidentales han amenazado con imponer nuevas sanciones económicas contra Moscú si los rebeldes avanzan más en el territorio que el Kremlin llama "Nueva Rusia".
Moscú, que niega ayudar a sus simpatizantes en Ucrania, dijo el jueves que las amenazas de más sanciones eran una pantalla de los esfuerzos de Occidente para socavar la tregua.
"Es un intento de (...) distraer la atención de la necesidad de cumplir las condiciones de los acuerdos de Minsk", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.