El Tribunal Penal de El Cairo había acusado a los condenados de incitar al caos en el país en 2013, después de que la policía desalojara con violencia dos campamentos de protesta islamistas en la capital egipcia.
Dos de los condenados fueron juzgados en rebeldía. En la misma causa, el tribunal también dictó cadenas perpetuas contra otros 37 islamistas. Los condenados pueden interponer recurso de apelación contra las sentencias.
Procesos criticados
En febrero, otro tribunal ya había condenado a cadena perpetua a Badie y a varios otros dirigentes islamistas en una causa separada. Los procesos masivos contra islamistas en Egipto han sido criticados por defensores de los derechos humanos por la supuesta ausencia de garantías para un juicio justo.
El Ejército egipcio derrocó en julio de 2013 al presidente Mohamed Mursi, miembro de los Hermanos Musulmanes, después de varios meses de protestas masivas contra su gobierno. Desde entonces, las autoridades egipcias han detenido y llevado ante la Justicia a miles de islamistas bajo la acusación de incitación a la violencia y participación en sangrientos disturbios. Los Hermanos Musulmanes rechazan las acusaciones al considerarlas políticamente motivadas.